
No todas las semanas uno se prepara para un concierto de más de tres horas, sin entradas a la venta y con una formación de cantantes para dejar de piedra a cualquiera, creo que en el momento de abrir puertas, la cola medía 300 metros. He visto conciertos de Iron Maiden con menos cola a la hora de abrir. La vida y la jeta nos sonrieron para conocer gente en los puestos más delanteros y así poder verlos en primera fila justo enfrente de Sascha.
Minutos antes de las 8 de la tarde arrancó a sonar el You Shook me all Night Long de los AC/DC para calentar un ambiente que ya estaba pidiendo a Avantasia a gritos. Tras la canción se apagaron las luces y empezó a sonar el temazo de 2001, la Odisea en el Espacio. Servidor le tiene mucho cariño a esa canción y siempre es un gusto oírla como una intro. Al terminar, tal y como en la película los monos miran un monolito, los presentes en la sala mirábamos como iban desfilando en el escenario los músicos y los cantantes de coros y PUM, sin previo aviso arrancó “Mystery of a blood red rose”. Pese a que para ser un single es un tema que le falta más chicha que a un bocata de lechuga, todo el público se la sabía y acompañaba a un Tobias Sammet que le costó un par de canciones de calentar a tope la voz. A continuación tras los aplausos y saludos de rigor, la cosa continuó fuerte con uno de los pesos pesados del Metal. Mister “Michi” Kiske. La probablemente mejor canción de su último disco “Ghostlights” empezó a sonar para delirio de la sala. Un Kiske que pese a la decadencia física, mantiene su voz a un altísimo nivel y es capaz de llegar a tonos inalcanzables para el resto. Pelotazo para continuar el concierto. Tal y como Tobi adelantó, iban a sonar canciones de todos los álbumes de la banda y efectivamente, ahí estaba “Invoke the machine” del disco anterior con un Ronnie Atkins que para gusto personal, está un poco por debajo del resto de vocalistas. Su voz rota y gamberra hace que a veces lo vea un poco “fuera de juego” en Avantasia, no obstante es un gran frontman. Kiske volvió al escenario para acompañar a Atkins en Unchain the light, gran tema del Ghostlights.

Que se dedique a tocar la guitarra no quiere decir que Oliver Hartman sea peor cantante que Melendi. Este tipo anda sobrado de voz y nos lo demostró con un “The watchmaker’s dream”. Gran canción del disco anterior con un riff cojonudo que no esperaba oír, en resumen, entre Sammet y Hartman hicieron que entraramos en delirio.
¿Queda alguien que no haya salido? Sip, Eric Martin, el americano y sus pintas de dudoso género hicieron su entrada en “What’s left on me”. Gran vocalista este tipo, tiene un toque algo diferente al resto pero esa canción le viene como anillo al dedo. Grandes minutos los suyos.
Carajo, sí que están cayendo canciones de los dos últimos discos ¿no? Pues sí, de las 10 que llevamos, 9 son de esos dos, ¿Cambiamos de tercio Tobi? Venga va, para que te calles me largo y dejo en el escenario a Hartman, Lande y Martin. Entre los tres se cascaron un “Wicked symphony” que nos dejaron wicked del todo a los allí presentes. Llevamos 11 canciones y hay 2 tipos ahí al lado del escenario haciendo coros, que pasa ¿Qué son unos mataos? ¡JA! mataos dice... Herbie Langhans y Amanda Sommerville son los encargados de hacer que todo suene bien. Acompañan todas las canciones y aunque generalmente estén más apartados, su presencia es imprescindible. En primer lugar saltó Langhans y con una voz camaleónica salió para cantar “Draconian love”. Canción con toques a lo HIM pero que el público disfrutó con locura con los “hey,hey,hey” Me quedé flipando con este tío, que demostró ser capaz de cantar en registros muy agudos y muy graves. Hasta Tobias se quedó flipando e intentó hacer un registro ultragrave para risa de toda la sala. No he comentado nada, pero no hace falta saber que Tobias Sammet es un cachondo de cuidado, se pasa todo el rato bromeando con el público y el resto del grupo. Insinuó que Kiske era un castrati por cantar de esa manera, bromeó con Hartman acerca de unos acordes de guitarra, nos “reñía” si no decíamos que el Ghostlights era el mejor disco de la historia… Es un cachondo que adora su trabajo, y eso se nota.

Tras volvernos a obligar a decir que “Ghostlights” es el mejor disco de la historia, arrancó el temazo “Let the Storm Descend Upon You”. Que melodías, que estribillo y que puto amo es Lande. Y como es tan puto amo, se quedó a la siguiente, “Promised Land”. Con esta canción arrancó un trio de velocidad, y no me refiero a Vettel, Hamilton y Alonso no, me refiero a la mencionada “Promised land”, “Reach out for the Light” y Avantasia sonaron. Menudo trio, los del trio de RockFM deben estar dándose golpes contra la pared, eso es un trio musical y no las canciones ultrarrequemadas que ponéis. Tras recoger del suelo mis pelotas, arrancó “Twisted Mind” (Una gozada como siempre) y “Dying for an Angel” (Eric Martin se lució aquí).
La cosa llega al final. Llevamos 3 horas saltando y gritando, el segurata empieza a bostezar, me duelen los pies, estoy casi afónico, tengo una púa del bajista que me dio en la mano y llevar una camiseta del Bayern ha sido la mejor idea de mi vida, pero ¿Esto se ha acabado? NI DE COÑA. Falta la “boring pussy ballad” de Lost in Space. La canción está bien y tal, pero no para el encore. Una vez terminada, la cosa empieza a despedirse, Tobi presenta a todos los miembros de la banda (un poco a lo rápido, claro, porque si se entretiene nos dan las uvas) y arranca la majestuosa “Sign of the cross”. Todos los cantantes a escena a disfrutar del momento, cada uno una estrofa y al final, todos a darle al medley de “Seven Angels”, y ahí, entre aplausos y gritos terminó la cosa. Sascha sonriente, Tobi pletórico, Felix agotado pero feliz y el resto del grupo todos saludando a uno de los mejores públicos que se puede tener.

Crónica realizada por
Que Ignasi escriba más crónicas por favor 😂😂😂
ResponderEliminarMe quedo con ese gran comentario: "como meterle solo la puntita a la Johansson"
ResponderEliminarse hace lo que el melenudo me deja, es un placer colaborar por aquí.
ResponderEliminareres el puto amo de las comparaciones
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