Entrevista: Noah Histeria




Hace unos años, me dejó más que sorprendido la irrupción de Noah Histeria. Una banda formada en Valencia, practicante de un Rock Progresivo muy elaborado, más centrado en contar una historia interesante que en lucirse tocando instrumentos. Con su EP homónimo de debut ya dejaron buenas sensaciones, pero con su primer LP, Hautefaye, nos volaron la cabeza a muchos, llegando incluso a actuar en un Resurrection Fest.

Tras aquello, el vacío, acrecentado por el paso de la pandemia, y las dificultades traducidas en cambios constantes de miembros, nos hicieron pensar que la historia de Noah Histeria estaba finiquitada. Afortunadamente, nos equivocamos y la banda, liderada por Juan Giner, ha vuelto por todo lo alto con un gran álbum titulado O​Ⴑ​Ǝ​ꟼ​Ꙅ​Ǝ (Espejo), del que hablamos con él en esta magnífica entrevista.

No debo ser el único que, en un momento dado y vista la ausencia de noticias desde Hautefaye (2017) salvo por la salida de sus miembros, llegó a temer por el futuro de Noah Histeria. ¿Cómo ha sido el resurgir de la banda?

Pues supongo que la banda sigue porque en ningún momento concebí que no fuéramos a seguir. Echando la vista atrás, con la pandemia y lo que supuso en muchos miembros, incluso en nuevos que entraron y salieron, entraron y salieron, no poder vernos las caras, no poder tocar, lo normal hubiera sido decir "hasta aquí hemos llegado y fue bonito mientras duró". Y lo cierto es que bonito ha sido, creo que dejarlo estar con el Hautefaye hubiera sido un gran colofón, pero una banda con sólo un EP y un disco... No es suficiente para dejar un legado, no quiero que en unos años los pocos que supieron de la existencia de Noah nos recuerden como la banda que apuntaba maneras pero que ahí se quedó. Mi objetivo con Noah siempre fue dejar un legado, quizás hasta que nos recuerden como banda de culto con los años (por soñar que no quede), y un EP y un disco para mí no eran suficientes. Noah necesitaba al menos otro disco para que pusiera en perspectiva el Hautefaye, para al menos cerrar una etapa, aunque no fuera con el Hautefaye II que en su momento teníamos en mente. Hemos hecho el OJEPSE para que la gente que nos escucha sepa que nos quedaban cosas por decir. Las formas y el lenguaje que vertebra nuestra música han cambiado, pero la esencia de Noah sigue ahí, y creo que es una evolución natural, uno de los posibles caminos que podíamos haber tomado. Habernos dado la oportunidad de intentarlo otra vez, de ver qué podíamos crear, es un privilegio. Me siento privilegiado. Hacer resurgir esta banda me ha quitado vida, me ha hecho daño, pero prefiero sentir dolor que no sentir nada por no haberlo intentado. Y lo he conseguido junto a Quique y Manu, a los que les estaré eternamente agradecido.
 
 
Hautefaye fue un disco que nos sorprendió a todos, incluso a los que ya os conocíamos del anterior EP. ¿Qué sensaciones te quedan cuando recuperas aquel disco con la perspectiva del tiempo?

Te lo voy a decir como lo siento, sin cortapisas de falsa modestia: creo que es un disco maravilloso de una banda en estado de gracia. Lo digo con los más de 5 años de perspectiva que he adquirido, como si yo no hubiera estado allí. Se alinearon los planetas, había una ilusión desbordante, ganas locas por ensayar, dimos con la persona idónea para acabar de rematar el disco en la pre-producción (Raúl Abellán) y la idónea para sacarle el sonido que teníamos en mente (Raúl Nácher). Estábamos inspirados, yo notaba la magia en aquellos ensayos, esa frescura. Duró muy poco, te lo he de decir, pero lo suficiente para concebir ese disco. No creo que los que estemos aquí podamos llegar a esas cotas de magia que alcanzamos en 2015-2016, pero desde luego sabemos que la única manera para que se vuelve a dar es vernos mucho, hablar mucho y ensayar mucho, teniendo gran parte de nuestra cabeza en esto. Si no es así, es imposible.

Entremos a hablar de OJEPSE. En cuanto al concepto pasamos de una histeria colectiva a una temática más introspectiva, centrándose en el interior de una mente humana que colapsa. Háblanos un poco del concepto del álbum y de cómo nace la idea.

OJEPSE es hijo de la pandemia. Aunque tenía esa idea en la cabeza ya hacía unos años a raíz de la película Enemy, ese periodo tan negro en el que tuvimos que sumergirnos todos dio forma al concepto. Se trata de alguien que ha perdido la capacidad de discernir el plano físico y el onírico, y el espejo se utiliza como metáfora a través de la cual el mundo reflejado es indistinguible del "real", signifique lo que signifique. La realidad es un constructo de la mente en base a la experiencia física, una mera interpretación, inherentemente subjetiva. El quedarte sin instrumentos para distinguir tu reflejo de ti mismo, para saber dónde se ubica realmente tu consciencia, lleva a la locura. Sólo hay que imaginarse en esa situación, la vulnerabilidad absoluta en la que caes, el miedo a no tener nada a lo que asirte, la película "El Padre" protagonizada por Anthony Hopkins lo reflejaba muy bien. Para mí eso es el verdadero terror. El disco pretende llevarte a esa espiral de locura, aunque tampoco tensa tantísimo la cuerda en el plano experimental, sólo trata de que te imagines ahí, de cómo tratarías desesperadamente de salir de ese lugar.

A la hora de crear el álbum comentáis de la influencia de películas como Lost Highway, el ambiente de Blade Runner o el simbolismo de Enemy, basada en El Hombre Duplicado de Saramago. ¿Son referencias buscadas antes de componer el disco o surgen mientras se va trabajando en ello?

El disco va tomando forma a nivel musical, yo empiezo a percibir ciertos códigos, cierto lenguaje, esa carga en los riffs, esa densidad en los arreglos, pesadez en los pasajes, ahondando en los contrastes. Un disco más anárquico, discontinuo, menos bonito, accesible. Dedico mucho tiempo a tratar de entender hacia dónde va la música que nos va saliendo. Las circunstancias que rodearon al proceso de creación, la pandemia, tanta gente saliendo del proyecto, momentos de tensión entre nosotros, todos esos momentos iban dejando su impronta en el disco, iban cincelando las estructuras. Empecé a ver por dónde íbamos y entendí que podía coger esa idea que tenía y contarla bajo el prisma de la situación que estábamos atravesando. Me encanta el universo meta, autorreferencial, y a su vez valerme de simbolismo y referencias del mundo del cine y de la literatura. Igual se nos va la lengua con tanta película de la que hemos echado mano, pero lo cierto es que esas referencias estuvieron muy presentes en las letras, hay muchas pinceladitas y quien quiera encontrarlas lo hará.

 
El protagonista de la historia es un joven llamado Shinji. ¿De dónde sale el personaje?¿Hay parte de Juan Giner en Shinji o viceversa?

Shinji está cogido prestado del anime de culto Evangelion. Me venía al pelo un personaje así, tan destruido y atormentado. Evangelion es un anime tremendamente críptico, es muy difícil entrar en él, y no diré que yo haya llegado hasta el tuétano ni mucho menos. Pero me interesaban más las sensaciones que me había transmitido ese personaje que la trama en sí. Shinji tiene la mente abierta en canal. A todos nos ha pasado al menos en parte durante la pandemia, hemos perdido a gente, hemos visto a familiares y amigos que se han quebrado, que temporal o permanentemente han dejado de ser ellos. Yo viví una situación muy dura a nivel mental en septiembre de 2020, lo recuerdo perfectamente, fue un momento en el que no podía más, no lo vi venir, no sentí que fuera progresivamente minándome, no, hubo un día en que me sentí incapaz de hacer nada. Fue como medio año complicado, y sólo en verano me sentí capaz de sentarme y escribir sobre ello pero desde la perspectiva de la historia del disco. Así que sé de buena tinta que en este disco hay mucha verdad, porque es la mía, aquí no hay palabras huecas, te podrán sonar más o menos pretenciosas o intrincadas, podrás odiar cómo escribo, pero cuando leo o escucho lo que se dice en el disco, a mí me duele, y eso para mí tiene valor, me dice que está bien, porque el arte (que es a lo que Noah aspira, a hacer arte) ha de tener verdad.

En lo puramente musical, entre algunas de las sorpresas que nos ha dejado el álbum está la aparición de unas voces guturales, algo totalmente novedoso en el entorno musical del grupo, así como un sonido más metalero en algunos de los temas como Ville Neuve o El Hombre Duplicado. ¿Cómo sale esto?

Habíamos explorado en el Hautefaye con guturales en 2as voces, incluso más de lo que parece a simple vista, pero es cierto que aquí les hemos dado protagonismo en algunos momentos puntuales. No me gusta mucho la etiqueta "metal" o "prog metal", creo que nosotros hacemos rock, un rock que puede entrar en el cajón de sastre que es el rock progresivo. Pero lo cierto es que este disco tiene mucho metal, sonidos muy pesados en ciertos pasajes, guitarras de 8 cuerdas y momentos de djent de la vieja escuela (entiéndase lo de "vieja"... que el género es muy joven). Es lo que iba saliendo, y no le íbamos a poner puertas al campo. Quique y Manu trajeron mucho de su cosecha en esta reinterpretación de lo que es Noah y OJEPSE es el resultado. Hemos probado los blasts, coqueteando con el black y el death en algún momento. Hemos apretado con la armonía, algo de lo que estoy especialmente orgulloso, en canciones como El Hombre Duplicado, Oro y Miel u Origami. También hemos metido nuestras dosis de jazz, con el respeto y la devoción que sentimos por él, sin creernos más papistas que el Papa, sólo homenajeándolo. Hemos vuelto a trabajar con corales, así como con armonizaciones de voz bastante, diría yo, arriesgadas, al filo de lo disonante. Hemos hecho algunas virguerías con la rítmica. En definitiva, un sonido más denso, tratando de expresar con música el huracán que azota la mente de Shinji.
 


Por otro lado, tenemos momentos como la sección instrumental a la mitad de Oro y Miel en la que se juntan muchísimos estilos en pocos segundos, así como una referencia a Los Simpson. ¿Cómo surge este tema en concreto?

Me alegro de que hagas referencia a lo de Los Simpson, porque esa frase trajo cola, pero era lo que estaba en mi cabeza, me obsesioné con ella, creo que le venía como anillo al dedo al momento, no sólo de la canción, sino del disco. Así que para mí no meterla era traicionarme.

Oro y Miel es el clímax de locura del disco, es un no parar, cambios y cambios, trasiego entre estilos. Es la canción que Noah nunca haría y que al final hizo para ponerse al servicio de la historia. He odiado esta canción con toda mi alma y me he ido reconciliando con ella por la valentía de hacerla. Nunca será de mis favoritas, eso seguro, pero hacer algo que nunca creíste que serías capaz de hacer tiene su valor.

Fue una canción que surgió de Manu, que la tenía más o menos esbozada. La trabajamos muchísimo, especialmente él y yo mano a mano, arriesgamos con la estructura y los pasajes. Las voces son loquísimas, entendería perfectamente a quien le resulten repulsivas, son el anti-yo. Pero el probarse y explorarse también está bien.

Partiendo de la anterior, ¿han cambiado mucho tus gustos musicales respecto a los inicios de la banda?

Es una muy buena pregunta, es muy importante entender que los gustos, el lugar en el que estás, tu lenguaje, van variando con los años. No sólo aceptarlo, sino aprovecharte de ello, darle vida a tu propuesta, que se sienta en movimiento. Mi experiencia me dice que, cuanta más música escuchamos, mejores son las ideas que tenemos, nuestra paleta de colores va aumentando.

No diría que hayan cambiado mis gustos, pero sí he descubierto muchas bandas que me han abierto los ojos y me han enseñado otros lenguajes, otras formas, otro modo de ver la belleza. Creo que he tenido una idea clara de cuál es la aspiración estética de Noah a partir de 2015-2016, cuando hicimos el Hautefaye. Y, aunque he seguido descubriendo bandas increíbles, digamos que las bandas que llevaré a fuego en mi corazón y que serán siempre inspiración en Noah las conozco desde esa época. De todos modos, aquí Noah se va esculpiendo por todos y cada uno de los que pasan por ella, con sus gustos, influencias y enfoques. Eso es realmente lo interesante, lo poliédrico del proyecto con todos aportando desde una posición de equilibrio, de igual a igual. 
 

Saliendo del tema, recuerdo veros en el Resurrection Fest. A una hora complicada, pero metiendo bastante gente y dando un notable bolo. ¿Qué recuerdos y qué sensaciones tienes hoy en día de aquello?

Pues el recuerdo de haber tocado techo, alcanzado un sueño. Nosotros nunca hemos tenido demasiadas aspiraciones en cuanto al alcance de nuestra propuesta, nunca hemos pensado en grande, nunca hemos creído que nos aguardaba un futuro prometedor en el que pudiéramos dedicarnos a esto. Hemos pensado en grande en cuanto a la música que hemos parido, pero no en cuanto a la repercusión que podía tener, y por eso hemos sido siempre muy reticentes a poner dinero en la promoción. En los tiempos que corren, está claro que vamos a la contra, que así no se consigue ampliar tu base de fans, como se dice ahora, pero bueno, es que siempre hemos tenido claro que lo importante era lo que dejábamos, no a cuántos se lo dejábamos.

Ese Resurrection, como digo, fue nuestro techo, y a partir de ahí todo se vino abajo por muchos motivos. Abríamos el jueves de festival, no acabamos de sentirnos bien allí arriba, tampoco hubo una aglomeración hasta allá de público, pero la sensación es que lo sacamos adelante y que estuvimos en un festival en el que nunca pensamos estar. Era una época en la que tocábamos mucho y nos sentíamos en forma independientemente de las condiciones. Recuerdo tener que dejar fuera Shiro, que para mí es una canción tremendamente especial, lo mejor que hemos compuesto junto a Hautefaye. Los momentos post-concierto también fueron especiales, y coincidir en el hotel con The Contortionist, poder hablar con ellos... Sin duda me quedo con esto último, no lo olvidaré nunca.

A partir de aquí, ¿qué planes de futuro hay para Noah Histeria?

Sinceramente, estamos en una situación de incertidumbre, con muchas dificultades para poder tocar porque dos de los integrantes de Noah están en orquestas y esto lo complica todo muchísimo, es muy difícil concretar fechas y que luego no salten por los aires porque a ellos les haya salido un bolo sorpresa. Así que vivimos el día, intentamos quedar para ensayar una vez por semana y ver si sale algo nuevo que creamos que es bueno. Queremos volver a intentar hacer algo que sea bueno, ojalá que duremos lo suficiente para hacerlo.

Para ir terminando, si quieres informar a nuestra gente de cómo hacerse con OJEPSE y/o añadir algo más, aquí tienes todo el espacio del mundo.

Pues aunque lo tenemos por Bandcamp y plataformas, yo recomiendo que contacten con nosotros a través de Facebook o Instagram (las redes sociales de los viejunos como un servidor) para hacerse con el disco o con el merchan que tenemos del Hautefaye. A mí todavía me gusta tener discos físicos, el arte que nos ha hecho Mónica Cuadrado es una maravilla, y sólo por ella merece la pena tenerlo en la estantería de casa.



Comentarios