Reseña: Hyde XXI - Inmorthia

 

 Se han hecho largos estos siete años de esperar el nuevo disco de Hyde XXI, amigos. La formación mallorquina de Metal Progresivo ha pasado por mil aventuras a lo largo de este periodo de tiempo: cambios de formación, la aventura de un pseudomusical, ahora una pandemia mundial... no pueden quejarse de aburrimiento precisamente. Pero nada, por fin están de vuelta y lo hacen con David Arbona a la voz y guitarras, Guillem Morey al bajo, Tomeu Crespí a la batería y Sebastià Pujol a los teclados para presentarnos "Inmorthia", el que ya es su cuarto disco de estudio.

Este nuevo álbum ha sido grabado y mezclado por Miguel Angel Riutort "Mega" y masterizado por Maor Appelbaum (Dream Theater, Sepultura, Sabaton, etc). La portada es obra de Amón López y las fotos de Tuco Martín. Más allá de todo esto, "Inmorthia" se trata de un trabajo conceptual cuya historia gira entorno al progreso humano marcado por el desarrollo exponencial de la tecnología, la inteligencia artificial y sus consecuencias para las futuras generaciones. 

A partir de aquí... ¿Qué encontramos? Pues un trabajo muy volcado a la historia que cuenta, haciendo que los temas mantengan un hilo de conexión propio para ir variando detalles en función de la parte que cuenta. Todo ello bajo el estilo que ha venido haciendo la banda a lo largo de sus más de diez años de trayectoria: mucho gusto por los armonías, sonidos melódicos, alto protagonismo para un teclado cargado de buenas ideas y unas letras bien elaboradas, todo dentro de una atmósfera experimental que supera lo visto hasta la fecha en su trayectoria.

 

Eso es lo que nos ofrecen Hyde XXI y ya lo encontramos en 'Control', el single del disco que nos saluda para empezar tras la intro. Seguramente el tema más convencional del álbum, con una historia basada en el proyecto 'Neuralink' del sr. Elon Musk, en el que destaca un estribillo muy acertado y la buena labor melódica de David a la guitarra, fundiéndose con el teclado para generar una cautivante atmósfera en el solo. Le sigue el tema título, 'Inmorthia', un corte muy épico, reforzado por el uso de coros y teclados, que nos deja ante 'Cadenas' siete minutos de buen virtuosismo y cambios de intensidad con un estribillo enorme y un sonido de bajo poderosísimo, de la mano del infalible Guillem Morey, siempre capaz de adaptarse a cualquier estilo y sacar el mejor sonido para ello. 

Algo muy a destacar en el álbum son esas partes instrumentales que encontramos en la mayoría de temas, donde los cuatro instrumentos se desatan por caminos imprevisibles, como la ida de olla de 'Etnias', en la que arrancan con una gran contundencia y nos presentan un pasaje con detalles de flamenco, jazz, funk y vete a saber qué, junto a una letra currada y mil detalles que me han volado la cabeza. Le sigue, casi enlazándose, la balada Réplica, donde el dúo con David Ordinas le suma muchos puntos a nivel de interpretación a las voces y nos deja con 'Silvan', un trallazo el que cuentan con la colaboración de Tolo Grimalt (Metalium) a la guitarra, aportando un solo y unas melodías de muy alto nivel, bien encajadas con el sonido inherente a la banda. Tras este último tema confirmo mi opinión de que molaría que buscasen otro guitarrista, les añadiría contundencia a su propuesta y podrían jugar con más matices para enriquecer aún más sus composiciones.

Para ir resumiendo, algo que muchas veces echo de menos en este tipo de álbumes es que, aparte de las variaciones, arreglos y técnica, le pongan especial atención a la interpretación. Si vas a masturbar el mástil, que venga a cuento, colega. Y eso me parece uno de los puntos fuertes de Hyde XXI, que se curran una historia, se la creen y la interpretan, como debe ser. A lo largo del disco hay detalles y matices para ir descubriendo con las escuchas y momentos donde la experimentación da resultados brillantes que nos dejan un muy buen trabajo en líneas generales. 



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