En abril de 1615, tres navíos balleneros vascos zarparon del puerto de San Sebastián hacia las frías aguas de Islandia y jamás volvieron. Hay un documental sobre ello y ahora, en 2021, los bilbaínos Incursed recuperan el término Baskavígin para titular así su quinto LP de estudio. Si no los pilotáis, que tiene delito porque llevan en marcha desde 2007, se trata de una de las bandas de Folk Metal más interesantes de nuestro país, alternan melodías épicas, ritmos de Power Metal, oscuridad Blacker, estribillos bailongos... es un mix de todo lo que uno pide al género, vamos. Tienes el rollo fiestero/cervecero, el rollete epicorro medieval, el rollete oscurillo... si le pones una escucha al álbum encontrarás, mínimo, un par (mallorquín) de temas de tu agrado, sea cual sea tu rollete. Para ello van alternando movidas más abstractas o tópicas con temática basada en el folklore vasco, lo cual mola para descubrir cosillas de una cultura que siempre tiene algo interesante que decir, a ver si os creéis que nos vamos a quedar en los chistes de vascos.
Total, que ahora nos encontramos, de la mano de Helheim Records y On Fire Promo, con este nuevo trabajo de la formación vasca, actualmente formada por Jon Koldo Tera (Voz y Teclados) Lander Lourido (Guitarra) Oier Calvo (Guitarra) Haitz Etxebarria (Bajo) Asier Amo (Batería) y en él, tras el portadón que se ha currado Adolfo WB Warbanner, muy acorde al título del álbum, encontramos el material más ambicioso de la banda con todo lo que le caracteriza, temas muy variados, jugando con varios estilos, estribillos limpios y bailongos, muy pegadizos y un curro de composición muy a tener en cuenta. Tras la intro, 1615, lo primero que encontramos es el tema título, Baskavígin, un magnífico corte para abrir y dar título al álbum, Folk de primer nivel, cañero, agresivo y rompiendo con un estribillo en euskera que se te queda grabado en la sesera (toma pareado!). Me mola hasta el solo de teclado, ahí es nada. Le sigue Who Stole My Beer?, típico tema de borracheras que aporta variedad temática aunque poco más, para dejar paso a dos de mis favoritas como son The Black Hunter, que arranca con un guitarreo entre épico y oscuro para romperte con otro estribillo notable, y Colossal, un tema muy cambiante, de ritmos veloces y en el que la labor de Asier a la batería se eleva por encima de todo. Si que es verdad que el rollete de ir en plan agresivo para romper con el estribillo coreable se repite un poco más de la cuenta en el álbum, pero creo que lo manejan bien para que, a medida que le vas dando escuchas al disco, veas los suficientes matices en los temas para que no se llegue a hacer repetitivo.
Seguimos en modo fiestero con Eusko Troll Label, extremadamente bailonga y con muy buenas melodías aunque no acabo de congeniar con una voz tan agresiva para este tema, seguida de Into The Curse, muy currada a nivel instrumental y con un interesante juego de voces susurradas y agresivas, que nos deja ante la genial Patxi Porroi, dedicada a un antiguo ermitaño de los bosques vascos que se dedicaba a la alquimia y a la fabricación de cerveza... de la que también era ferviente consumidor, siendo el tema una especie de celebración a su salud (o pareciendo, que yo ni papa de euskera y ya me gustaría). Para el final nos quedan Paganauts, poderío épico con remarcable duelo de solo de guitarra y de teclado, y Souls On Fire, muy Folk, que nos dejan ante el gran final, Saltus Eta Ager, una grandilocuente composición de más de diez minutos dividida en dos partes y con mucho contraste entre la dulzura de su inicio, muy medieval, y la agresividad que contiene en sus puntos más oscuros. Ideal para cerrar el álbum en alto.
Me ha molado mucho el disco. Quien me suele leer (los dos o tres) sabe que no traigo muchas movidas de este estilo al blog, me cuesta encontrar algo que verdaderamente me llame la atención. Mucho clon trilladísimo de Korpiklaani/Eluveitie/Mago de Oz, mucha producción cochambrosa, exceso de temas de borracheras (que no están mal, yo soy el primer borrachuzo de aquí, pero no me hagas once temas hablando de cerveza, que no eres Tankard, coñes) y nada, aquí están Incursed, con un disco redondo, variado, un sello personal pese a jugar con mil estilos a la vez y una producción que da gusto oírla. Una colección de buenos temas, que tienen un poquito de todo, y que deberían poner a esta gente, que ya ha pululado por Europa, definitivamente en el mapa de los sonidos Folk, Pagan, Viking y lo que quieran.
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