Top 20 de 2019... de Jesús García.

Pues nada, otro año que va acabando. Y llega el momento de los tops anuales. Esas listas que la gente lee para comprobar si sus discos favoritos del año están incluidos o no. Baremo que se usa para sentenciar en unos pocos segundos si el redactor tiene buen gusto o no tiene ni puta idea. Puede que algún loco suelto tome nota de las sugerencias que le llame la atención, e incluso se han dado contados casos muy puntuales en que llegan a escucharlas algún día. Yo reconozco que soy de esos inconscientes que, a veces, ha descubierto cosas chulas gracias al top de algún desconocido.

Dejándonos de bromas, vayamos con aquellos trabajos musicales que más hondo me han llegado. A diferencia de otros años, en que me “forzaba” a escuchar un poco de todo, este 2019 he escuchado lo que me ha salido del nardo, y esta lista es la representación de ello. Si no hay casi nada de sonidos clásicos y nada de metalcore (por ejemplo), es porque son géneros a los que apenas les he prestado atención en el primer caso y ninguno en el segundo a sus novedades.

Debo destacar la excelente cosecha de doom y black metal que ha habido este año, a mi entender uno de los mejores años de dichos géneros en la puta historia. Creo que podría hacer un top 20 del 2019 de cada estilo, y no sentiría que sobrase ningún puesto. Así que no os extrañe que la lista esté muy dominada por estos dos estilos. Creo que sobra decir que la “competencia” ha sido encarnizada, y que he tenido que hacer “sacrificios” para dejar solo 20 y no hacer un top 200. Swallow The Sun, Saor, Candlemass, Esoteric, Mgła, Alcest, o mis paisanos Helevorn y Trallery. Que estos nombres, a los cuales tengo en muy alta estima, se hayan quedado fuera, con discos excelentes muy merecedores de entar; deja bien claro que este año el nivel ha sido altísimo.

Pasemos ya al top, no sin antes recordaros algo que ya deberíais tener asumido. Es mi opinión personal, tan válida como la de cualquier otra persona. Y no he podido escucharlo todo. Se han quedado en el tintero lo nuevo de bandas como Fen, Possessed, Numen, Ereb Altor; entre otros. Que igual podrían haberse colado en el tintero. Pero hago otras cosas a lo largo del día aparte de escuchar música. Sin más tardanza, vayamos al turrón.


20. Abyssic - High the Memory

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Abyssic son el hijo bastardo entre Shape of Despair y Septicflesh. Son unos Dimmu Borgir que aun no se han tomado el café de la mañana. Funeral doom sinfónico, donde la pesadez y la lentitud se dan de la mano con lo pomposo. Este combo formado por músicos veteranos de la escena noruega presentan su segundo trabajo. No es un disco perfecto. Se acaba haciendo demasiado largo y pesado, y algunas orquestaciones no suenan demasiado inspiradas. Pero debo admitir que su estilo me ha fascinado, y no entiendo como es que a nadie se le había ocurrido la idea antes.



19. Mechina - Telesterion 

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Sin duda alguna, les ha venido bien el pequeño parón de dos años y pico que se tomaron. Eran una banda enormemente creativa, pero eso de sacar disco cada año les estaba pasando factura; ya que la calidad de estos había bajado en picado. Vuelven con las pilas recargadas con el que es su 8º disco. Trabajo que, vamos a dejarlo claro, no llega al nivel de su ópera magna Acheron. Pero si muestra una banda más centrada y con mejores ideas, y que pese a todo ha realizado un gran trabajo. Dispuesta a seguir con el particular universo de ciencia ficción que han creado, a ritmo de su particular mezcla ente metal industrial, metal sinfónico, y djent.




18. False - Portent


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Esta banda de Minneapolis ya llamó mi atención en el 2015 con su notable debut. Un álbum que se movía entre la delgada línea que divide el black metal atmosférico de corte norteamericano (de la escuela de Wolves in the Throne Room y similares), con vertientes más tradicionales propias de países del norte de Europa. Queriendo beber de ambas fuentes, sin decantarse más por una que por la otra. Este segundo trabajo no trae apenas novedades, sino que se centran en perfeccionar la fórmula. Consiguiendo como resultado un álbum más redondo. Y... bueno, no lo negaremos, aun tienen que pulir cosas. Especialmente en la voz, que no es demasiado versátil. Pero aun así es un disco muy recomendable que lo he disfrutado mucho; que les ha abierto las puertas a su primera gira por Europa; y que pone a la banda en el punto de mira de la comunidad blacker internacional.




17. Totengott - The Abyss


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Quienes nacieron como un tributo a Celtic Frost, pronto se liarían la manta a la cabeza y compondrían sus propios temas. Su excelente debut es todo un homenaje al legendario grupo suizo, especialmente a lo que hicieron en su ‘Monotheist’. Este segundo trabajo no es sino la reválida de que aquello no fue un espejismo, y de que este trío asturiano es real y viene pisando muy fuerte. Una segunda obra que es todo un aquelarre de sonidos densos y malrolleros; imprescindible para cualquier amante del género. Bien es cierto que la sombra de Celtic Frost es alargada y sus influencias siguen siendo muy evidentes. Pero también dan su propio toque personal esta vez de forma más notoria.




16. Joanne Shaw Taylor - Reckless Heart

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El blues es para mi una amante caprichosa. Igual me tiro varios meses que no tenemos contacto. Pero luego, cuando me da el punto de escucharlo de nuevo, me hace gozar como una perra en celo. Y de un tiempo a esta parte, uno de los mejores descubrimientos a lo que blues rock se refiere es el de la señorita Joanne Shaw Taylor. Una "blues woman" de enorme talento que no se limita a copiar a Joe Bonamassa (aunque una clarísima influencia de él la tiene), sino que además adereza su música con ligeros toques hard rockeros, que hacen que sea más accesible para el gran público, al tiempo que aporta su propio toque personal.




15. Asagraum - Dawn of Infinite Fire


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"Las chicas son guerreras", decían los Coz allá a principios de los 80. Y también pueden ser blackers, digo yo en este año. Y… Que voy a decir que no dijera ya en la reseña que escribí hace poco en este mismo blog. Esta “all women band” se ha sacado de la manga un discazo acojonante de black metal de corte tradicional. Que mira de igual a igual a sus homólogos nórdicos de los 90. Y que si siguen así, prometen llegar muy alto.


14. Eclipse - Paradigm

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El bueno de Erik Martensson es todo un genio en esto del hard rock. Un experto en crear estribillos y melodías que, aunque simplonas, calan muy hondo. Y este Paradigm no es más que eso. Una verdadera colección de temas pegadizos y divertidos, de mano de una banda que deja de ser una promesa para afianzarse como uno de los estandartes del hard rock moderno. En serio, si tras escuchar "Viva la Victoria" no acabáis tarareando el estribillo durante días, es que no tenéis alma.



13. Golgotha - Erasing the Past

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La idea de un nuevo disco de Golgotha era, unos pocos años atrás, poco más que una utopía fruto de mi mente fantasiosa. Pero a veces los deseos se cumplen, y este es uno de esos casos. Y ya puestos a cumplir deseos, la divina providencia ha dispuesto que además sea su álbum más maduro, variado, y emocional. Un doom metal poderoso pero a la vez cargado de melancolía, con un trabajo de guitarras espectacular, y donde el bueno de Amón parece no envejecer, ya que su voz está mejor que nunca.



12. Overkill - The Wings of War

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Llega un momento en toda banda veterana en que la inspiración se va acabando. Es normal, creo que es imposible mantener un nivel alto durante todo el tiempo. A los “dinosaurios del metal”, aquellos que llevan casi 40 años repartiendo cera, con que saquen discos decentes ya nos podemos dar con un canto en los dientes. A menos, claro está, que os llaméis Overkill. Que en ese caso, seguís sacando discazo tras discazo como si siguierais viviendo en los 80.



11. Avatarium - The Fire I Long For

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Ya en el tiempo de descuento, cuando este top estaba listo para ser enviado, llega este disco y me trastoca la lista. Y yo encantado de que así sea, si es con discazos de este calibre. En apenas 8 años de vida, este combo sueco se han acabado convirtiendo en uno de los pilares fundamentales del doom metal del nuevo siglo. Hace ya un tiempo que han dejado de ser un “spin off” de Candlemass, para labrase su propio camino experimentando con el rock setentero. El que es su 4º disco es la confirmación de que ellos son merecedores de la fama cosechada, y de más.



10. Wilderun - Veil of Imagination

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En un año en el que Opeth confirman su descenso a los infiernos, con ese insulso y aburridísimo ‘In Cauda Venenum’, llegan estos alumnos aventajados suyos a reclamar el puesto que han dejado vacante. Porque esto, señoras y señores, suena como un verdadero homenaje a lo que la banda de Mikael Åkerfeldt hizo en Blackwater Park o en Ghost Reveries. Sin llegar en absoluto a la copia marronera. Pues este quinteto de Massachusetts añade su propio toque personal, dándole un enfoque más folk, alegre, y sinfónico. Un disco que, sin duda, aquellos que echan de menos a los Opeth de su etapa 1999-2008 recibirán de muy buen grado.




9. Hela - Vegvísir
Tercer disco ya de esta formación ilicitana (para los de la LOGSE, de Elche), que ha venido acompañado de un nuevo cambio de vocalista. Y también de un cambio estilístico. Pues dejan de lado el stoner doom de sus anteriores trabajos, y abrazan aquí sonidos más cercanos al occult rock, y con ciertas pinceladas de post-metal. Sonoridades más elegantes e hipnóticas, que a su nueva vocalista le sienta como un guante. Un discazo de aúpa, de una formación que ha sabido reinventarse y que es una de las joyas más infravaloradas del metal español.



8. Blood Incantation - Hidden History of the Human Race

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Crítica y público se están rindiendo ante el segundo larga duración de estos chicos de Colorado. Y lo cierto es que no debería extrañarle a nadie escuchando semejante animalada de disco. Han sabido no solo traer originalidad al death metal, cosa de la que este género no anda sobrada precisamente. Sino también encontrar un equilibrio entre virtuosismo y accesibilidad. Un disco que rebosa calidad a raudales, y que coloca al cuarteto estadounidense en el punto de mira como firmes candidatos a ser los reyes del death metal del nuevo siglo.




7. Gold – Why Aren’t You Laughing?

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Es admirable la progresión ascendente de este combo neerlandés. En apenas 7 años han pasado de un mediocre disco debut, hasta ser hoy en día una de las bandas más interesantes del underground europeo. Una banda que no ha parado de trabajar, y como consecuencia de crecer tanto en popularidad como en calidad, perfeccionando cada vez más su fórmula. Hasta llegar al día de hoy, en un año en que culminan su progresión editando un discazo tremebundo, al tiempo que dan multitud de conciertos y actúan en festivales de prestigio. Su peculiar estilo donde vienen a converger rock psicodélico, post-punk, post-metal, y ahora también pinceladas de blackgaze; gana cada día más adeptos.




6. Deathspell Omega - The Furnaces of Palingenesia

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Atrapados en fuego cruzado entre aquellos que los consideran como uno de los proyectos de metal extremo más interesantes de Europa; y aquellos que les lanzan acusaciones sin demasiado fundamento (tema sobre el que no entraremos, no es el momento ni el lugar). Deathspell Omega no dejan indiferentes a nadie. Gente a la que hace ya tiempo que la etiqueta de black metal se le quedó pequeña, y son el mejor ejemplo posible de la incursión de dicho estilo dentro del avant-garde. Un álbum complejo y retorcido, repleto de matices que requerirán varias escuchas para ser digeridos adecuadamente. Tanto musical como letrísticamente, ya que sus líricas esconden una sátira al autoritarismo. Una puyita la mar de elegante a sus detractores.




5. Батюшка - Панихида (Panihida)

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Batushka fueron autores de un demoledor debut, que simple y llanamente es uno de mis discos de black metal favoritos de todos los tiempos. Pero también han sido protagonistas de uno de los mayores dramones de la historia reciente del metal extremo. Una larga sucesión de declaraciones, traiciones, juicios, etc.. digna de culebrón venezolano. Movida que acabó con los dos principales miembros formando sus propias versiones del grupo. Y ambas han editado disco nuevo este año.

La justicia ya ha hablado. El nombre de Batushka pertenece legalmente a Bartłomiej. Pero el juicio musical, que es el que hoy nos interesa, ha sido independiente de los devenires de los juzgados polacos. Y si bien el disco de la formación de Bartłomiej no me ha desagradado, ni punto de comparación con lo que nos tenía preparado Krzysztof; el cual se alza como vencedor clarísimo en la contienda musical. Si que es verdad que resulta un pequeño paso atrás en la producción, el precio a pagar al no contar ahora con el apoyo de una discográfica. Pero pese a ello, es un disco que poco tiene que envidiar a su debut.




4. Cult of Luna - A Dawn to Fear

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Hay una serie de grupos que parecen estar bendecidos por los dioses, y que son como el Rey Midas musical. Los suecos Cult of Luna son uno de ellos. Absolutamente todo lo que sacan, es oro puro (incluído ese proyecto colaborativo con Julie Christmas que sacaron). Y este nuevo A Dawn to Fear, como ya imaginaréis, no es la excepción. Como cabe esperar de ellos, nos traen una nueva declaración de amor tanto a Pink Floyd como a Neurosis. Una nueva lección de como pasar de la melancolía hasta la caña abrasiva con una maestría no igualada por nadie. Un melocotonazo de escándalo, que diría el Fary.




3. El Altar del Holocausto - - I T -

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El Altar del Holocausto es una rara avis en este mundillo. Es un género donde nos resulta normal encontrar letras sobre satanismo y desmembramientos. Es harto inusual que una banda base su temática en el cristianismo, y no en un sentido peyorativo. Sino transmitiendo una sincera fe en Cristo y en sus enseñanzas. Con este tercer disco, dedicado a la figura del Espíritu Santo, estos salmantinos nos ofrecen seis cortes de post-metal que son una auténtica delicia para los sentidos. Seis temas instrumentales que logran transmitir esa aura espiritual que les caracteriza. Un sonido oscuro que pese a ello está cargado de optimismo. Palabra del Señor. Amén.




2. Mayhem – Daemon


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Cuando ya casi nadie daba un duro por ellos. Después de muchos años dando palos de ciego, siendo poco más que una parodia de si mismos. Llega Mayhem y cual ave fénix renace de las cenizas (entiéndase por cenizas como el pozo de mierda en que se habían sumido). Y es que este ya agonizante 2019, si una muy grata sorpresa ha traído, ha sido esta. La vuelta de Mayhem al redil. A dar un puñetazo encima de la mesa, y decidir que ya está bien de seguir viviendo de las rentas del De mysteriis dom Sathanas. Que ya era hora de sacar un nuevo disco que rivalizara con él. Y lo han conseguido. Joder, vaya que lo han hecho. No puedo hacer más que repetir los halagos que le dediqué en la primera reseña que escribí en este portal. Teloch hace un trabajo magistral a las guitarras. Y lo de Attila es como para ponerse en pompa y rogarle que me haga suyo mientras me grita al oído que soy su perra.




1. Mesarthim – Ghost Condensate

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Mesarthim es un supuesto duo australiano, que desde el más absoluto anonimato, lleva un lustro editando discos y Eps como churros. Los cuales casi todos me flipan hasta niveles de fan locaza quinceañera. En ellos mezclan black metal espacial con música electrónica. No es una relación demasiado extraña, es algo que se ha podido escuchar en unas cuantas ocasiones, pero Mesarthim lleva toda esta movida hasta un nuevo nivel. Hasta dar como resultado algo que resulta casi bailable, sin que por ello pierda la particular atmósfera fría que le caracteriza al género. Y conscientes de que la cosa empezaba a oler a vino, (demasiados lanzamientos, sin una evolución lo suficientemente remarcable), le dan una necesaria vuelta de tuerca a su estilo en este trabajo. ¿Resultado? Pues nada más y nada menos el que, para mi, es su mejor disco, que ya es decir. Su álbum más agresivo y complejo (dentro de lo que cabe). Dejando atrás la frialdad del espacio exterior para adentrarse en un campo de asteroides. Sin perder esa aura electrónica y espacial que les hace únicos. Un trabajo jodidamente hipnótico y pegadizo, que he perdido la cuenta de las veces que lo he escuchado.



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