Reseña: Korn - The Nothing

Es innegable que 13 es ya una cantidad de álbumes a tener en cuenta, siendo de los grupos con más cd’s de la historia del Metal. Debido a ello en principio resulta obvio que un grupo no puede hacer algo tremendamente sorprendente, incluso yo ya tenía más que claro que Korn nos ofrecieron lo mejor de ellos bastantes años atrás, hasta que sacaron el más que notable The Serenity of suffering, para mí sin duda entre sus 5 mejores trabajos.

Tras él, muchos esperábamos que siguiesen esa línea, y así ha sido, contando de nuevo con Raskulinecz como productor y teniendo un estilo bastante similar al que nos ofrecieron en 2016, quizás un punto más oscuro (seguramente por la influencia de la durísima pérdida que sufrió Davis el año pasado), pero cayendo quizás en una auto-complacencia palpable a lo largo de todo este The Nothing, que a mi parecer podría haber estado a la altura del TSOS si le hubiesen dedicado tiempo dando una vuelta a cada una de las canciones.

Dicho esto, el álbum empieza con la intro “The End Begins”, que recuerda enormemente a la del genial Issues (Dead), así es que bueno, buen comienzo. Tras ella, comienza la que es de lejos la mejor que nos vamos a encontrar, “Cold”, maravilla que nos deja una estructura diferente en Korn donde podemos escuchar partes que nos recuerdan a otros períodos de la banda, como en los primeros segundos, que nos podrían recordar perfectamente al Life is Peachy, y con un Jonathan Davis que es el que me esperaba a grandes rasgos en este trabajo pero que solo se repetirá en ciertos momentos de algunas canciones. Seguramente sea la única que puede estar a la altura de las principales del anterior, como puedan ser Insane, Rotting in vain o incluso Black is the soul. Es una de mis apuestas este año para mejor Metal en los Grammy (junto con, por ejemplo, Unsainted de Slipknot).

La tercera es el primer adelanto que tuvimos, “You’ll never find me”, que suena bastante bien y también bastante normal en ellos. Se podría decir que es canción estándar de Korn que puede servir de single (como en este caso).

El caso es que tras escuchar estas primeras alguien puede pensar «ojo lo que se viene», pero desgraciadamente, no. Pasamos a “The darkness is revealing”, que recuerda algo a Black is the soul, pero no tiene su garra, y además en la primera parte no me termina de pegar una voz demasiado limpia de Davis en estrofa y estribillo con lo que me está diciendo la melodía. Eso sí, en la segunda parte sí que le veo más coherencia entre voz y melodía, todo hay que decirlo, pero podría haber sido muchísimo mejor tema (y digno de buen sencillo) si no viese ese problema de la primera parte. Está entre mis tres candidatas a próximo single, aunque está lejos de la enorme mayoría de los de la banda, tal y como le pasa a la siguiente, “Idiosincrasy”, que por lo que veo bastante gente dice que es de lo mejor del cd, aunque al final es una más, pero podría ser posible single, visto lo visto. Para mí lo mejor que tiene es que en la segunda parte me recuerda un poco a su versión de Kidnap the Sandy Claws, poco más. 


 
A este punto llegamos a “The seduction of indulgence”, que actúa básicamente como interludio y para ello es suficiente. Tras ella toca “Finally free”, que aunque en principio no creo que sea single, sí que me parece de la mejor mitad de temas del álbum, y siguiendo el paralelismo con el The Serenity of suffering, puede recordar mínimamente en algún momento a Die yet another night, aunque probablemente sea mejor esta última. Seguimos con el tercer adelanto, “Can you hear me”, que parece sacada del Black Labyrinth de Davis o de la BSO de Queen of the Damned, y como a mí me encantan ambos trabajos, me mola bastante, aunque me la esperaría más en un The Paradigm shift (2013) por ejemplo que en lo que se podía esperar en The Nothing. No me termina de pegar, pero también estaría en la mitad mejor del cd.

A continuación suena “The ringmaster”, que probablemente la hayan hecho de memoria porque podría estar en casi cualquier trabajo de su discografía. Curiosamente la estrofa también me recuerda a Kidnap the Sandy Claws por esa típica forma medio creepy de cantar de Davis. He de decir que no me gusta nada cuando dice “You ever hear that voice in your motherfucking head?” como si estuviese en un concierto y dijese un “Make some motherfucking noise!”, me saca de la canción directamente.

Gravity of discomfort” es mi tercera candidata a próximo single y la he cogido bastante gusto, aunque en su intro podrían haber variado un pelo el riff inicial en algún momento. Su segunda mitad me encanta.

Después encontramos “H@rd3r”, canción que, por qué no decirlo, mola bastante, pero es la típica molona de Korn que ni se te pasa por la cabeza que la saquen como sencillo, aunque si lo hiciesen sería curioso. Tiene partes geniales, como ese “harder and harder and harder”, entre otros momentos.

Ya solo quedarían dos, “This Loss”, que me recuerda bastante a Please come for me del anterior, y el caso es que no está mal, pero quizás sea para mí la peor del álbum, quizás junto a The ringmaster y Idiosincrasy; y “Surrender to failure”, que por decir algo de la melodía sus teclas me recuerdan a Nine Inch Nails, pero funciona como un outro que sobre todo por la letra se veía necesario, al menos para Davis.

En resumen, The Nothing es un álbum que jamás podría estar en un top 5 de Korn y además también está lejos de la calidad del anterior, pero tampoco es ni mucho menos su peor cd. Tiene un bombazo como Cold, que es la única que veo que podrían tocar en futuros tours fuera del de The Nothing y ni siquiera la han tocado en la gira con Alice in Chains, y momentos bastante buenos, una batería que lleva siendo genial desde 2009 y un trabajo vocal notable (a pesar de que no comparta el camino que toma Davis en algunas ocasiones y eso haga que me parezca mejor en TSOS), pero a mi parecer le ha faltado más curro para redondearlo, pulir, e incluso cambiar alguna cosa, y también más potencia y fuerza, ya que ninguna te da una hostia en la cara como te la pueda dar Insane.
 
 

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