Los discos de 2018 de Mena.

QUEEN OF TIME (AMORPHIS)

La banda finesa nos trae una obra muy buena que sigue un hilo conductor muy melódico a través de sus grandes canciones como The Bee, Message In The Amber, Daughter Of Hate, The Golden Elk y una de las más destacadas, Wrong Direction. En particular hay un tema que enamora titulado Amongst Stars, tratándose de una deliciosa colaboración con Anneke van Giersbergen. En general, aunque es un álbum que se hace algo largo, el nivel de canciones es estupendo.

CABARET DE LA GUILLOTINE (ANGELUS APATRIDA)
Los españoles de Albacete nos trae este año un álbum magistral, con tralla pero más melodía. Sharpen The Guillotine y Betrayed despegan con epicidad y guitarras muy heavys. Downfall Of The Nation sorprende con sus riffs cabalgantes y las voces graves de Guillermo. Por otra parte, me veo en la necesidad de hablar de Farewell, porque es un tema de otro planeta, con sonido metalero pero siendo una canción muy preciosa. La verdad no esperaba un track como este de Angelus Apatrida, quienes no escuchen el disco entero que le den una oportunidad a su videoclip por favor.

PALO (KALMAH)
Otra banda finesa que nos trae un disco de grata escucha, conservando un estupendo nivel desde el primer tema al último. Palo está cargado de riffs furibundos, melodías en ocasiones en la línea de sus vecinos Children Of Bodom, teclados sutiles y ritmos impactantes. Algunos temas destacables son Blood Ran Cold, Evil Kin, Take Me Away y Paystreak.

DEFY (OF MICE AND MEN)
Es el primer disco que escucho de esta banda de metalcore y a la primera escucha me ha resultado bastante bueno. El álbum empieza con dos joyas potentes con la batería percutiendo a tope y una voz gutural enfurecida, el tema título e Instincts. Las siguientes canciones, Back To Me y Sunflower, poseen una voz limpia muy melodiosa, así como la base instrumental, con unos estribillos pegadizos. Posteriormente, Unbreakable combina melodía con agresividad, y en Vertigo vuelve a predominar la melodía.
En la siguiente mitad hay una variedad de canciones (entre las que destaco Warzone y Forever YDG’n) que forman uno de los mejores álbumes del año.

REVERENCE (PARKWAY DRIVE)
Reverence se trata de un disco oscuro y potente que se aleja del estilo metalcore de los inicios de la banda y se acerca más al metal clásico pero con un sonido contemporáneo, tal y como podemos apreciar en buenas canciones como Wishing Wells y The Void. Prey es uno de mis temas favoritos, con esas magistrales melodías y ese ritmo en el estribillo que sin duda funcionará muy bien en directo provocando saltos en el público. Otra que me encanta es Absolute Power, un track que machaca tu mente con crudeza. No dudes en darle una oportunidad a esta obra.

AVATAR COUNTRY (AVATAR)
El disco comienza con Glory To Our King, una introducción alabando al rey del país Avatar, que da paso a Legend Of The King, siendo el tema más extenso de este álbum con ritmos variados (entre ellos un riff potente que te sacude el cráneo aseguradamente) y voces limpias y guturales alternadas de un carismático Johannes. The King Welcomes You To Avatar Country tiene un sonido que no tiene nada que ver con la canción anterior, tratándose de un corte de rock clásico. Posteriormente, el estilo vuelve a ser metal más agresivo con King’s Harvest, que sin duda funcionará muy bien en directo, al igual que The King Wants You, la cual es muy peculiar, con una musicalidad pegadiza y vacilona.
The King Speaks You es un prólogo histórico al brutal A Statue Of The King, manteniendo la identidad de la banda sueca. Después de la aprovechable King After King, esta obra es cerrada con dos tracks instrumentales titulados ‘Silent Songs of the King I: Winter Comes When the King Dreams of Snow’ y ‘Silent Songs of the King II: The King’s Palace’.

FIREPOWER (JUDAS PRIEST)
Mi disco favorito del año, Firepower, despega con el tema título, que sinceramente suena un poco a refrito, aunque no es mal tema. Lightning Strike fue el primer adelanto, siendo sencillo, rápido y corto, de lo mejor del disco. Evil Never Dies se trata de un track maquiavélico y pesado, dando paso a otro de mis temas favoritos del álbum, Never The Heroes, con una peculiar introducción que me asombra, un estribillo más pegadizo y melodías preciosas. A continuación tenemos Necromancer, una canción muy disfrutable cuya atmósfera me llama la atención.
Tras el preludio Guardians, podemos disfrutar de la elaborada Rising From Ruins, siendo más compleja que las canciones anteriores. Posteriormente, Flame Thrower, no me convenció a la primera escucha, pero a la segunda le cogí el punto.
Por otro lado, destaco Spectre, un corte más clásico; Traitors Gate, que arranca tras una bella introducción, siguiéndola un buen riff heavy y con una parte épica antes del final; No Surrender, breve pero bueno; y la bonita balada que cierra este disco, Sea Of Red.
En conclusión, pienso que esta obra es muy buena y mejor que las dos anteriores de los británicos, aunque no era tan difícil superarlas.

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