Reseña: Aeolian - Silent Witness.

Cómo mola cuando sabes que tienes algo gordo entre manos para poder reseñarlo. Aeolian han aparecido en la escena metalera isleña como un elefante entrando en una cacharrería, sin saludar ni dar los buenos días, aquí estoy y voy a prender fuego a tu puta cara. Formados en 2016 como un proyecto de Raúl Morán (guitarra, ex-Helevorn, ex-Battlehorn) al que se le unieron poco a poco Dani Pérez (voz, ex-Desmodus, ex-Battlehorn), Gabi Escalas (guitarra), Toni Mainez (bajo, ex-Goreinhaled, ex-Helevorn) y Alberto Barrientos (batería, Decomposed torso, Inferitvm), esta nueva banda formada por veteranos músicos de Mallorca ha ido pegando fuerte desde sus inicios, editando este primer LP de la mano del sello finlandés Snow Wave Records. El sonido de Aeolian parte de un Death Melódico de corte europeo, con dejes a sonidos nórdicos del Viking (si es que existe como género) y el Black Metal, bajo la siempre eficiente producción y mezcla de Miguel Ángel Riutort "Mega" y la masterización del finlandés Tomi Toivonen en Raivio Sound. 

El disco, la verdad, atruena por los cuatro costados. No os voy a mentir, al ver a la banda recibir tanto bombo dos meses antes de sacar el trabajo me dio mal rollo, pero oye, les ha salido bien la jugada porque ya todo metalero mallorquín que conoce mínimamente la escena ha escuchado el disco y conoce a Aeolian, así que bien hecho. Y, quitando esas cosas que al final me interesan lo justo, el disco contiene doce trallazos en los que la banda se desquita compositivamente, sacando cosas que seguramente llevaban años buscando su sitio, y en los que hay tiempo para buenas melodías, blast beats, atmósferas épicas... todo lo que uno espera desde el momento en que sabe el estilo que practica la banda mallorquina. 

Adentrándonos en el disco ya nos recibe a toda hostia Immensity, que nos abre el álbum y la cabeza a martillazos antes de que el afilado grito de Dani Pérez desate toda la furia de la banda. Con ese comienzo hay poco que discutirles. Le siguen The End Of Ice, que se muestra épica y contundente sobre todo gracias a la labor de los guitarristas que tanto en los riffs como en las melodías lucen un buen gusto y unas ideas muy interesantes, Chimera, oscurota, potente, Death Metal puesto al día, y My Stripes In Sadness gruesa y muy intensa, que dejan paso a dos de los cortes estrella del disco, presentados en su momento como adelantos, la épica Return Of The Wolf King, que ataca con todo tras su delicada intro acústica, y la estratosférica Going To Extinction, que come aparte del resto. Lo cierto es que escuchando el disco, con unas composiciones tan sólidas, una producción tan limpia y las ideas tan claras no tiene pinta de tratarse de un debut, pero sí que se nota es que los músicos que componen Aeolian tienen el culo pelado y están curtidos en mil batallas, eso se aprecia en cada acorde que compone el disco y se transmite desde la seriedad y honestidad de la propuesta de la banda.

The Silent Witness mantiene un nivel ciertamente alto tema tras tema, cuesta destacar uno por encima del resto pero también resulta complicado ver alguno que quede por debajo. Así cortes como Elysium, con merecida mención a cómo Alberto Barrientos conduce a la banda desde los parches, o la atmosférica Wardens Of The Sea, en la que la banda cambia ligeramente su sonido para derribar otra frontera estilística, siguen dando buenas muestras de melodía, agresividad y aura épica a medida que nos acercamos al final del trabajo. El interludio The Awakening sirve de intro para la triada final del disco, con la riffera Black Storm en la que mencionaré la labor de Dani, muy versátil con el gutural y acertado en unas voces limpias que me gustaría que utilizara más, Witness en la que destacan unos cambios de ritmo interesantes, dejando rato a un logrado interludio semi-acústico, recurso que utilizan bastante a lo largo del disco pero sin llegar a forzarlo ni abusar, y Oryx, que cierra el disco con una avalancha sónica tremenda, sin andarse con outros ni hostias.

Hacía tiempo que no me lo gozaba tanto de hacer una reseña. Hay discos que te entran a la primera, colega, de esos que dices "esto es algo gordo, tron", y The Silent Witness de Aeolian es de esos. Un grupo de músicos curtidos de la isla con ganas de sacar un material claro, duro y honesto desde la pasión por el estilo musical que practican. Se nota en cada segundo del disco, que igual no inventa la rueda ni falta que le hace. Suena fresco, suena directo y atruena por todos lados, los temas siguen un nivel alrededor del notable, con algún sobresaliente y el conjunto plasma uno de los mejores debuts que podremos escuchar este año. No me cabe duda de que estamos ante un auténtico discazo.


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