Colega, ¿Sabes de que va el Thrash Metal? Claro que sí, joder. El género cafre por excelencia, ese en el que los creadores se peleaban por ver quién sonaba más rápido, más bruto y más malote allá por los ochenta y a los que, hoy en día, bandas como Havok, Warbringer, Angelus Apatrida o Lost Society rinden homenaje generando una nueva oleada de bandas poco innovadoras pero molonas. Y, mientras, aquí en Espein, un país donde lo cafre nos tira mucho, se ha generado nuestra propia escena Thrasher, comandada por los mencionados Angelus, Crisix y completada con bandas que cubren todos los palos que daba el género como son Aggression, Soldier, Trallery, Reaktion, Rancor o la que nos trae hoy aquí, Nuckin' Futs, que llegan desde Barcelona presentando su segundo LP tras el correcto Slavery de 2014 y su EP Evilution de 2013, editado al poco tiempo de haberse formado.
La primera vez que tuve noticias de estos muchachos fue cuando se presentaron en Palma para pasar por encima de unas putas leyendas como Tankard en una noche de marzo en la sala Es Gremi, donde compartían cartel con la barriga de Andreas Gerre y los locales Unburial. Su concierto fue una exhibición de garra y poderío que se ganó a toda la gente que se personó en la sala con sus buenos temas y sobre todo con la energía que mostraron sobre las tablas. Pero lo cierto es que luego, cuando me puse el Slavery en casa, me supo a poco. Me pareció un trabajo repleto de un Thrash bien elaborado y ejecutado como toca, pero simplemente siento que el álbum en estudio carecía de la fuerza que Nuckin' Futs desprenden en directo. Por eso, tenía ganas de ver si en este Abyss eran capaces de hacerlo y... sí, joder, sí. La banda da un paso adelante a nivel compositivo, con su afilado Thrash deudor de unos Overkill o Testament y con momentos de piruetas curradas tipo Coroner o Watchtower y además plasma la furia que corre por las venas de Tolo, Joao, Oscar, Sergio y Héctor. Buena colección de riffs duros, solos perforantes y ritmos bien marcados, acompañados de la descontrolada voz de Tolo, el vocalista thrasher más puro que encontrarás y de esos que tienen un estilo tan a su manera que lo vas a amar o lo vas a odiar, cosa que va al gusto de cada uno.
Antes de liarnos a comentar los temas, vamos a detenernos en el artwork, socio, obra del sueco Par Olofsson, que ha currado con peña como Immortal, Immolation, Exodus o Pathology, y que me parece espectacular. Por otro lado, el disco ha sido grabado y mezclado en los AXtudios y masterizado por un viejo conocido de aquí, Miguel Ángel Riutort.
El disco abre a fuego con Cradle Of Hypocrisy, un tema complejo, con varios juegos de riffs en su duración sin perder arranques de furia que quiere descontrolarse. Le sigue Force Of Will, que tira por lo derroteros más clásicos del género con cierto deje a los primeros Metallica, un single como toca para que el que se lo encuentre de casualidad en youtube se anime a buscar el disco completo, sin duda. Enemy, furiosa y malcarada como ella sola, con un currado pasaje instrumental en su parte intermedia, y el tema título, Abyss, compleja, juguetona y muy sólida instrumentalmente nos acompañan a Call Of The Unknown, uno de los cortes más redondos que posee el disco. De aquí al final nos quedan tres trallazos Thrashers, con ese sello propio de Nickin' Futs cargado de buena técnica, como son Chains Of Reprisal, la brutalmente salvaje Primal y Tied To The Past, un sorprendente y currado medio tiempo, que va acelerando por minutos en plan progresivo o algo que completa estos treinta y siete minutos de buen Thrash.
Total, una cojonuda ronda de siete trallazos como siete soletes de genuino Thrash Metal de parte de los barceloneses Nuckin' Futs, que con Abyss confirman que son una banda muy grande, muy a tener en cuenta en la escena Thrasher de la que podemos disfrutar hoy en día, y dan un firme paso adelante con respecto a Slavery, superando en todos los sentidos a aquel primitivo aunque prometedor trabajo. Se ve a unos Nuckin' Futs más maduros y con las ideas mucho más claras, cosa que se aprecia a medida que van avanzando los minutos del disco. Cualquier fan del Thrash de nueva oleada debería darle su escucha y, si puede, verlos en directo, que es donde mejor apreciará lo que realmente valen.
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