Los norteamericanos Trivium llevaban sin pisar nuestro territorio
desde el ya lejano Resurrection Fest 2013, así que fue todo un placer y
una alegría conocer que serían uno de los tours destacados de esta
primavera, antes de que empiecen a entrar en vorágine todos los
festivales veraniegos. Todo hacía prever un éxito de asistencia, como
así fue, dado que en Madrid y Santiago se colgó el cartel de no hay
billetes. La banda sigue teniendo un gran tirón y si bien no alcanzó el nivel de popularidad de otros coetáneos suyos como Avenged Sevenfold o Bullet For My Valentine no deja de ser un grupo puntero que marcó a toda una generación de metalheads hace una década con discazos espectaculares como “Ascendancy” o “Shogun”.
Venían con dos grupos semidesconocidos debajo del brazo como teloneros, Shvpes (con un hijo de Bruce Dickinson de Iron Maiden en sus filas) y Sikth. A los primeros debido a que el concierto coincidía con el derbi gallego me los perdí, y a los segundos los vi casi en su totalidad y la verdad es que tenían una propuesta curiosa, dos cantantes (que a veces saturaban en exceso) y una mezcla de estilos tremenda, pasaban del djent al metalcore al nu metal sin la mínima dificultad. La verdad es que no acabaron de gustarme, demasiado ruido y pocas nueces, aunque bien se veía que técnicamente iban sobradísimos.
A las 21.30 exactas se apagaron
las luces y sonó el tema que indica que aquello iba a empezar, nada más y
nada menos que “Run to the Hills” de mis amados Iron Maiden fue la
encargada de empezar a echar carbón a la caldera (pocas veces vi a una
sala entera corear la canción previa como si no hubiera mañana, pero
claro ese estribillo es de los puntos álgidos de la historia de la
música heavy). La elegida para abrir la velada fue “Rain”, no se
anduvieron con medias tintas, saben cuáles son los temas que hacen
volcar la sala, aunque en este punto se noto que Matt Heafy aún no tenía
la voz al tope de sus posibilidades (inciso para comentar que vuelve a
cantar casi como antaño, superados los problemas de hace una temporada
donde la verdad daba bastante penilla escucharlo, ahí tenéis youtube
para recordarlo, así que nos alegramos) En “Forsake Not The Dream” la
cosa iba cogiendo más fuerza hasta que a la tercera canción, ni más ni
menos que unos de los superhits como “Down From the Sky” servidor
decidió dejar su posición esquinada y relajada y meterse al ruedo, al
moshpith, cual gorrino en un lodazal, y de allí no me moví en el resto
de la noche. Si es que cada uno tiene su hábitat y ese es el mío. Mención
que no puede faltar al público, con mucha gente joven en la zona de
delante, y que lo dio absolutamente todo: mosh, circlepits, walls of
death, crowd surfing, un auténtico despiporre ante la mirada de alegría
de Matt al ver aquel puto revuelo de gente que va a disfrutar de su
directo y de la música dándolo absolutamente todo, dejándose gargantas y
medio cuerpo si hace falta, ya lo decían los Stones: It’s only Rock n’
Roll but I like it….y tanto que nos gusta.
“Entrance of the
Conflagration” fue su única parada al thrasher album “The Crusader” y
sonó de lujo, con unas guitarras de Corey Beaulieu acojonantes, “The
Deceived” no bajo ni una centésima el pie del acelerador, cosa que si
hizo “Dying in your Arms” que viene siendo su “Fade To Black”
particular, la canción de sus inicios donde se veía que podían hacer
cosas melódicas con un nivel estratosférico, la sala entera canto este
tema que sigue siendo de los más conocidos por la gente digamos “menos
fan”.
Al hacer un setlist de 16 canciones es imposible en
un grupo de su nivel meter cosas de relleno con lo cual la tónica hasta
el final fue la de pepinazo tras pepinazo, incluidos los dos grandes
singles de su último disco como son “Silence in the Snow” y “Until the
World Goes Cold” que vale, no tienen la caña de sus antecesores, no hay
guturales y los tempos son mucho más relajados, pero siguen siendo dos
auténticos temazos, aunque fui el primero en ponerle mala cara cuando
salieron, y no lo niego, pero con el paso del tiempo acabaron llegándome
(el álbum entero sigo sin escucharlo, tiene canciones que se me
atragantan y no son plato de mi gusto)
¿Que temas hicieron arder
la sala Capitol compostelana en su parte final? “Strife”, “Throes of
Perdition”, “A Gunshot to the Head of Trepidation”, “Pull Harder on the
Strings of your Martyr” y la última (donde nos hicieron agachar a todos a
antes de saltar cuando el señor Heafy dio la orden) “In Waves” que sin
ser mi tema preferido ni mucho menos de la banda si que tiene un status
de auténtico himno del metal moderno, de esos que sientes la magia
mientras una masa enfervorecida lo corea puño en alto.
Gran
experiencia mi primer concierto de estos señores, esperemos que no pasen
otros 4 años antes de volver por la península, aunque algo me dice que
volverán al Resurrection Fest más pronto que tarde. LET’S ROCK!!
Escrita por @FuckinHostile89
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