Abrumado me hallo. Abrumado ante el enorme talento que han mostrado los murcianos (afincados en Madrid) Pervy Perkin en este, su segundo disco, en el que muestran un fantástico esfuerzo tanto a nivel de composición como en cuanto a la producción. Un enorme derroche de ideas y trabajo que han desembocado en uno de los mejores trabajos del género progresivo del año, no solo a nivel nacional. Pervy Perkin es una joven banda (sus músicos tienen entre 19 y 24 años) formada en 2011 por Álvaro Luis (guitarrista), Carly Pajarón (batería/voz) y Dante The Samurai (guitarra/voz) a los que posteriormente se unieron Rafa "Fika" al bajo y Ugo Fellone al teclado. En 2014 sorprendieron a más de uno con su debut, Ink, que cosechó muy buenas críticas y al poco tiempo de sacarlo ya se pusieron manos a la obra para sacar este ToTeM que, desde luego, hace honor a su nombre, pues es un disco enorme.Tras algunos cambios en el bajo y teclado más la marcha de Álvaro Luis que supuso la entrada de Juan Tides a la guitarra, actualmente Pervy Perkin son Carly Pajarón (batería/voz), Dante The Samurai (guitarra/voz), Alex Macho (teclado y voz principal), Pablo AKS (bajo), y Juan Tides (guitarra). El disco ha sido producido por ellos mismos y mezclado y masterizado por Adrián Hidalgo y han colaborado miembros de Persefone, Dry River, Jardín de la Croix o Carvin Colours entre otros.
El inquietante sonido de interferencias de III. The Sound, que me ha hecho mirar asustado hacia atrás y a los lados, deja paso a Hypochondria, en la que los Pervy sacan a relucir sus influencias extremas, con un arranque muy a lo Ihsahn, oscuro y con una desgarrada voz que me recuerda ligeramente al vocalista gafapasta de Emperor y que acaba pasando a una sección comandada por el jazz. Sí, amigos, black metal, progresivo y jazz en el mismo tema, pero no al estilo de Ihsahn o Shining, que parece que el saxofonista está poseído por el diablo (y mola un huevo, ojo) sino jazz del clásico, de toda la vida. Llegamos al final con IV. The Void, que se divide entre el sonido del típico paseo en góndola de cualquier película y un sonido machacón, digno de un apocalipsis tecnológico del cual Fear Factory harían un disco entero, y T.I.M.E (Part I, The Experiment), primera parte de una trilogía y de la cual encontramos la tercera en el anterior disco. Un tema que arranca suave, cual balada, poco a poco va creciendo tirando hacia un rollo más épico y acaba en locura total, dejándonos a la espera de la segunda parte de la trilogía que vendrá en el siguiente disco.
Lo que está claro es que Pervy Perkin no van de bromas (aunque haya pasajes de cachondeo durante Mr. Gutmann, no me refiero a eso, leñe), van muy en serio y tienen las ideas muy claras. Ya las tenían en Ink, su primer trabajo, pero en ToTeM las han pulido y con ello presentan un disco a lo grande, muy ambicioso y con un trabajo compositivo y de producción extremadamente meticuloso. Así tiene que ser, pues para poder mezclar tantísimas influencias en un solo disco tienes que ir con mucho cuidado, ya que puedes crear un batiburrillo caótico e insoportable pero, por suerte, no es el caso. Este disco es un intenso viaje, cargado de sensaciones y sentimiento, guiado por las incansables cabezas de estos jóvenes muchachos y al que hay que darle bastantes vueltas para poder disfrutar los miles de matices que contiene. Gigantesco trabajo de Pervy Perkin, unos musicazos como la copa de un pinto y que han parido un claro candidato a top nacional (e internacional) del año. Y por cierto, si os compráis el disco (deberíais) os recomiendo echar un ojo al artwork, obra del polaco Michal Krasnodebski, es espectacular.
gran critica, lo escucharé!
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