Reseña: Saratoga - Morir en el Bien, Vivir en el Mal.

Siempre es especial reseñar y comentar el nuevo trabajo de una banda que te marcó de una u otra forma, es así. Por eso, cuando vi que la nueva obra de la que fue mi primera banda de Heavy, SARATOGA, llegó a la redacción de Dioses del Metal (colaboro allí), me lo pedí sin dudar y dije "pos pa la poza que va, cagondios". También influyó en mi decisión que los adelantos me parecieron de lo mejorcito que había hecho la banda desde la llegada de Tete Novoa (nada contra él, gran vocalista al que le tocó vivir la época más mediocre de la discografía de la banda). El regreso de Jero Ramiro y Dani Pérez, presentes en la formación clásica de la banda junto a Niko del Hierro, y la frescura que aporta el mencionado vocalista, han influido en que este “regreso” de Saratoga haya sido triunfal.


Y sí, los últimos años han sido duros para Niko del Hierro y su iguana. Desde el mediocre “VII”, que hizo que la nueva formación empezara con mal pie y muchos fans decidieran decantarse por la carrera de Leo Jiménez, en detrimento de Saratoga, la banda ha ido dando tumbos, siendo “Secretos y Revelaciones” lo más digno que han hecho hasta ahora. Tras el plano “Nemesis", la banda se encontraba a la deriva y decidieron parar. Por suerte, ese parón sirvió para recuperar la mejor versión de la banda. Y han regresado con fuerza, pude apreciarlo en su directo en Palma. Saratoga habían vuelto.

Y así, esperaba con ansia este “Morir en el Bien, Vivir en el Mal”, y por suerte no me ha decepcionado. A bote pronto, te puedo decir que es lo mejor que han parido en años. Lejos de “Agotarás” y esas historias, pero cogiendo recursos de aquella época y renovándolos con la propuesta más actual de la banda. Tras la portada, sencillona, que muestra como la iguana de Saratoga empieza a resurgir de sus cenizas, la cosa arranca con Perseguido, que ya es de lo mejor del trabajo, un acelerado tema de heavy/power del de toda la vida con un estribillo memorable que de buen seguro triunfará en directo. Mi Venganza sigue con el ritmo acelerado del inicio, un arranque realmente enérgico para este nuevo disco, sin duda. A destacar el enorme solo de Jero Ramiro (¡Que bueno que volviste!) y la ejecución vocal de Tete Novoa, sobre todo si consigue defender ese tema en directo, porque está harto complicado. El tema título me flojea un poco, tras ese arranque presidido por el bajo del señor Del Hierro, parece que quiere recuperar el sonido contundente y machacón de “El Clan de la Lucha”, además de coger recursos de éste para el estribillo, pero se queda a medias. A continuación va el single Como El Viento, que es otro cañonazo y nos permite recuperar las buenas sensaciones perdidas en el tema anterior, con una canción que aspira a convertirse en un nuevo himno de SARATOGA. Mención especial merece la labor de Dani Pérez, que revienta los parches que da gusto.

Dos temas bastante típicos como Volverá, cabalgada heavy de toda la vida con otro buen estribillo (el punto fuerte del disco, sin duda, es lo coreables y pegadizos que son los estribillos) y Luchar o Morir, entretenida y con aroma al heavy clásico de siempre, dejan paso a El Vals de La Rosa Herida, en la que participa Aroa Martín de la banda Khael, y cuyo título viene del poema “Retorno al Paraíso” de Federico García Lorca, un tema muy veloz que trata de la violencia de género, y la verdad es que la idea les sale mucho mejor que en el tema Maltratador del disco “Nemesis"... que tampoco era complicado. Bajamos revoluciones con El Ciprés Solitario, que arranca con una guitarra acústica acompañando la aterciopelada voz de Novoa, hasta que entra la sección rítmica y evoluciona a un medio tiempo con algún logrado cambio de ritmo.


Nos vamos acercando ya al final. VI, con uno de los mejores riffs del disco, pero que apenas aporta novedad al conjunto, da paso a No Pidas Perdón, un interesante experimento, con Niko del Hierro ejerciendo de narrador y con Pepe Herrero al teclado, que se presenta algo más oscura, con toques de “El Clan de la Lucha” (esta vez con más éxito que en el tema título), quedando como otra de mis favoritas del disco. Y para cerrar nos quedan los temas Saliendo de la Oscuridad y Etérea, dos temas muy powermetaleros, rápidos, potentes y con cierto gancho que suponen el toque final a este nuevo disco de Saratoga.

Pues “Morir en el Bien, Vivir en el Mal”, es lo mejor que ha parido Saratoga desde que está Tete Novoa, sin duda. Queda lejos de las grandes obras de la banda, pero muestran un hambre y una frescura que hacía años que habían perdido. Al final se hace un poco largo, pero tenemos una hora de disco cargado de buenas guitarras, un Tete Novoa desbocado y una labor rítmica muy buena. Era importante para la banda poder dar un golpe sobre la mesa con este trabajo y creo que lo han conseguido dar. El fan de Saratoga está de enhorabuena, su banda ha vuelto (y ahora de verdad).

Reseña también publicada en Dioses del Metal.

Comentarios

  1. Es increíble e incluso encomiable la subjetividad en la música. A ambos, tanto al autor de la reseña como a mí nos gusta la banda, pero tenemos una percepción antagónica del disco e incluso de la carrera de la banda. Me explico, el disco, no estando mal, me ha supuesto una pequeña decepción, pues el adelanta, "Como el viento", me hizo trasladarme súbitamente a los gloriosos tiempos de "Agotaras" y "Tierra de Lobos", algo que elevó mis expectativas enormemente y que ha acabado desembocando en la decepción que la que aludía antes. El disco viaja por derroteros más "power" y menos heavy-tradicionales, algo que, para mí, al menos en Saratoga, es una mala noticia (aunque no seré yo quién le diga a estos enormes músicos hacía donde deben dirigir su música). El disco empieza con dos temas espectaculares, rápidos y coreables, pero se hunde estrepitosamente con el tema homónimo, no levantado cabeza hasta el "single", el "vals de la última rosa" y "no pidas perdón". Los otros temas están entre lo aceptable y lo pobre para una banda de tal calibre. Otro punto negativo es la falta de una balada potente, un elemento típico en Saratoga y que se echa en falta. Por tanto, a falta de escuchas, mi nota es de un 6,5, no siendo lo peor de la banda -ese dudoso honor lo atesora el Nemesis- pero alejándose demasiado de sus obras magnas.
    Dejando a un lado el disco, decir que lo de "mediocre" para VII me parece un calificativo excesivo. Fue un disco ignorado por la comunidad metalera, cierto, quizá un paso en falso a nivel de repercusión para la banda, pero el disco tiene ingentes dosis de calidad, suponiendo un tajo conceptual y musical con sus anteriores obras; y que, bajo mi humilde punto de vista, supera cómodamente al Nemesis y a éste como obra conjunta (es decir, el disco que nos ocupa tiene algún tema más destacable que cualquier otro del VII, pero en su totalidad, en cuanto a armazón musical, es más estable). Buena reseña y un saludo.

    PD: Perdón por el tocho.

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