El famoso cineasta Cecil B. de Mille dijo que “Las películas deben comenzar con un terremoto e ir creciendo en acción”. Esta regla la aplicaron a la música los organizadores del concierto en el Centro Cívico Valdefierro en Zaragoza el pasado viernes 20 de mayo, empezando con la apisonadora de Darmage, siguiendo con la brutal potencia de los Bellako y terminando en un destello de thrash rompecervicales de Crisix. Me arriesgaré a decir que si el día siguiente no te dolió nada, es porque estás muerto...
Con algo de retraso y unas 50-60 personas en la sala
sonaron los primeros acordes de Invencibles, una de las canciones nuevas de
Darmage, dejándonos bien claro que lo que va a pasar en el escenario a partir de ahora
no será para nenazas. Darmage es un grupo zaragozano formado por el vocalista
Pablo Buey, guitarrista Luís M, bajista Fede y Daniel Rodrigo en la batería.
Actualmente están realizando crowdfunding para lanzar su nuevo álbum, El Gran
Titán y os aseguro que vale la pena invertir algo de calderilla en estos
cracks. (Aquí el link por si alguien se anima, en el mismo podéis encontrar
todas las vías para seguir al grupo: http://vkm.is/darmage).
Pero volvamos al bolo… La cosa se animaba al son de los temas del primer disco. El Templo, un tema muy especial para Darmage, Pablo lo dedicó
a los fans, destacando un grupo de los más entregados que acuden a todos los
bolos y los que desde los primeros segundos montaron unos pogos de cuidado. La
energía de Pablo iba en aumento, a ratos parecía que el escenario se le hace
pequeño y que va a terminar cayéndose de él, pero por suerte lo tenía todo controlado. Igual
que sus compañeros, un poco más tranquilos pero sin parar de moverse y sacando
de sus guitarras los riffs atronadores
(Luís) y unos pasajes nada fáciles en el bajo (Fede). Muy destacable el
trabajo de Daniel con su pegada tremenda a la batería. También pudimos disfrutar
en exclusiva de dos temas nuevos más: La Cura y El Gran Titán con un sonido
brutal en su potencia, más fuerte y más rápido aún que en el primer álbum. Y
con La Serpiente Dialectica terminó el concierto de los cracks zaragozanos.
En general para
servidora los Darmage suenan exactamente como deben sonar, no falta ni sobra
nada y desde luego se les ve cómodos en lo que hacen. Quedé encantada y con ganas de más ¡fantástico trabajo en
equipo de los Darmage!
(Foto: Raúl Embid https://www.flickr.com/photos/rawlphoto/albums/)
Con el grito desgarrador de la Intro llegó el turno de los catalanes Bellako, grupo formado por Rober (voz), Roy y Paltrut (guitarras), Negro (bajo) y Carlos (batería). Desde el principio Rober animaba al público a acercarse al escenario y no nos dejaba estar quietos ni por un momento. Cosa de la que él mismo daba el mejor ejemplo, corriendo sin parar del modo que a veces fue difícil localizarle en el escenario. Una vez más el sonido absolutamente brutal se apoderó de la sala, haciéndonos disfrutar de un hardcore potentísimo, bruto y muy bien ejecutado. Los Bellako estaban alternando los temas de su EP Infection y LP Zombieland, con algunos nuevos y menos conocidos, pero acogidos de manera muy entusiasta por el público. Así sucedió con el Humo, la gente no paraba de correr, brincar y animar al grupo. La ovación especial se la llevó Negro, saltando del escenario y metiéndose en el centro de un pogo, sin parar de tocar el bajo, por supuesto. Y todo esto a pesar de sufrir el esguince de un tobillo (la maldición de los pies lesionados llegó a España, no vamos a ser peores que el resto del mundo). Mi amor a los bajistas sigue en aumento... Volviendo al grano: el concierto seguía con Al Infierno, sus riffs revientacabezas y el ritmo vertiginoso, seguido por El Nieto con su momento de protagonismo del bajo. Al público se le veía disfrutar y debajo del escenario se montaban pogos, mosh pits y en general locura total… Los pocos que quedaban quietos, no tenían otra que “cooperar” un poco, cuando Rober, al cantar Manos Arriba, observó que “a algunos por lo visto les huele el sobaquillo”, provocando con ello bastantes carcajadas y ganándose de inmediato mi admiración (ya sabéis lo que opino sobre los “conos”). Hubo tiempo para un toque de humor y un bailecito en Whiskey Abbey y con La Muerte el bolo llegó a su fin. Un show muy macarra, bruto, divertido (ojo a los paseítos de Rober con un porraco de marihuana enorme, por supuesto de mentira; aún no he visto ninguno de verdad que mida más de un metro, jajaja) y totalmente recomendable. Por si os apetece escuchar a Bellako, aquí os dejo el link a su Bandcamp: https://bellakohc.bandcamp.com/track/al-infierno.
Y por fin, tras una breve pausa para los asuntos técnicos de rigor, llegaba la hora de la guinda del pastel: los Crisix presentando su tercer LP From Blue To Black. En la sala ya había alrededor de 130 personas. El grupo saltó al escenario al son de Conspiranoia, sonrientes y metiéndose el público en el bolsillo en cuestión de segundos. Tras Journey Trough The Fire llegó el momento del slayeresco Rise …Then Rest, con los mosh pits y pogos a tope y con Alberto, Dani, Busi y Juli en continuo movimiento, corriendo por el escenario. Juli aunque sin parar, estuvo volcalmente impecable ¡menudo aguante, menudo vozarrón! Tiempo para un examen, a ver quiénes son los fans más fieles: Juli preguntando “¿Nos conocéis de verdad, pero de verdad? ¿Quién conoce nuestro primer álbum?” Y como era de esperar, decenas de brazos se levantaron y en el medio de un gran aplauso sonó Dead By The Fistful Of Violence. Antes de seguir Juli en nombre de todos agradeció a Darmage y Bellako su compañía y les felicitó por su trabajo, un gesto de esos que a mí me llegan directamente al alma y por los que las bandas se llevan mi amor incondicional para siempre. Y el show siguió “creciendo en acción”: Strange seguido por “la canción de amor por un personaje de ficción”: Frieza The Tyrant, un tema muy querido por los fans y al que estábamos cantando todos juntos a pleno pulmón, saltando sin parar. Un momento de calma con el fragmento de Terminator por supuesto seguido por el brutal T-Terror Era con la batería de Javi a punto de estallar. Un poco de respiro con Fallen y pasamos a Brutal Gadget, una fiesta en el escenario y debajo de él, Juli corriendo, bajando, subiendo, nuestros cervicales a punto de romperse, pero claro ¡queremos más y que este buen rollo no acabe nunca!
(Foto: Jesús Martínez)
Después de un gran aplauso para Javi y Dani toca la parte más divertida: el intercambio de los instrumentos, vimos a Juli con el bajo, Javi con la guitarra, a Dani y Busi cantando, alguien enloquecido tirándose desde el escenario… La verdad es que con esta locura ni siquiera me acuerdo bien quién hacía qué y por qué parte del escenario corría (sorry si me equivoco, pero yo también formaba parte del público enloquecido, así que espero que me perdonéis estas pequeñas lagunas en la mente). Y claro, como era de esperar, estas cosas no dejan cuerdo a nadie, así que acto seguido vimos a Juli ataviado en una camisa de fuerza y llevado en la silla de ruedas de la que se escapaba para cantar Psycho Crisix World. De hecho esta vez el “enfermero” hizo muy bien su trabajo, ya que Juli en el intento de liberarse de la camisa, tiró al suelo el micrófono y por un momento en vez de escucharle, sólo pudimos leer sus labios pero a estas alturas ya daba igual ¡la fiesta de thrash estaba en su pleno apogeo!
(Foto: Jesús Martínez)
Pero la cosa seguía yendo a más con The Great Metal Motherfucker. Y para terminar, primero Bring’Em To The Pit con sus pequeños “homenajes” a Iron Maiden, Queen, Pantera (un buen fragmento de You’ve Got To Belong To It se llevó los mayores aplausos, mientras sonriente Juli nos aseguraba que les "ha salido así sin haberlo ensayado"). Y llegó el momento de fin de la fiesta, y una wall of death muy especial, dirigida por el vocalista, con varios globos enormes por el medio. Por cierto, enhorabuena a Juli por su acto de gran valentía al permanecer hasta el último momento agachado aguantando los globos (“Por mi no os preocupéis” jajaja). Todavía estoy pensando cómo leñe consiguió escaparse de la masa enloquecida que se le vino encima desde ambos lados de la sala… (Habrá que pedir una exclusiva para La Poza, a ver si nos cuenta el truco). También pudimos ver en el escenario a los miembros de las otras bandas, tocando, cantando y divirtiéndose a lo grande con los Crisix (Una vez más destacaba el imparable e incansable Negro). Y así, queridos, al son de Ultra Thrash acabó la fiesta. Más de tres horas del mejor y más extremo metal nos dejaban exhaustos pero felices y con ganas de repetir en breve. ¡Gracias Crisix, Bellako y Darmage por hacernos disfrutar tanto y por regalarnos vuestro tiempo después del concierto!
Después de un gran aplauso para Javi y Dani toca la parte más divertida: el intercambio de los instrumentos, vimos a Juli con el bajo, Javi con la guitarra, a Dani y Busi cantando, alguien enloquecido tirándose desde el escenario… La verdad es que con esta locura ni siquiera me acuerdo bien quién hacía qué y por qué parte del escenario corría (sorry si me equivoco, pero yo también formaba parte del público enloquecido, así que espero que me perdonéis estas pequeñas lagunas en la mente). Y claro, como era de esperar, estas cosas no dejan cuerdo a nadie, así que acto seguido vimos a Juli ataviado en una camisa de fuerza y llevado en la silla de ruedas de la que se escapaba para cantar Psycho Crisix World. De hecho esta vez el “enfermero” hizo muy bien su trabajo, ya que Juli en el intento de liberarse de la camisa, tiró al suelo el micrófono y por un momento en vez de escucharle, sólo pudimos leer sus labios pero a estas alturas ya daba igual ¡la fiesta de thrash estaba en su pleno apogeo!
Pero la cosa seguía yendo a más con The Great Metal Motherfucker. Y para terminar, primero Bring’Em To The Pit con sus pequeños “homenajes” a Iron Maiden, Queen, Pantera (un buen fragmento de You’ve Got To Belong To It se llevó los mayores aplausos, mientras sonriente Juli nos aseguraba que les "ha salido así sin haberlo ensayado"). Y llegó el momento de fin de la fiesta, y una wall of death muy especial, dirigida por el vocalista, con varios globos enormes por el medio. Por cierto, enhorabuena a Juli por su acto de gran valentía al permanecer hasta el último momento agachado aguantando los globos (“Por mi no os preocupéis” jajaja). Todavía estoy pensando cómo leñe consiguió escaparse de la masa enloquecida que se le vino encima desde ambos lados de la sala… (Habrá que pedir una exclusiva para La Poza, a ver si nos cuenta el truco). También pudimos ver en el escenario a los miembros de las otras bandas, tocando, cantando y divirtiéndose a lo grande con los Crisix (Una vez más destacaba el imparable e incansable Negro). Y así, queridos, al son de Ultra Thrash acabó la fiesta. Más de tres horas del mejor y más extremo metal nos dejaban exhaustos pero felices y con ganas de repetir en breve. ¡Gracias Crisix, Bellako y Darmage por hacernos disfrutar tanto y por regalarnos vuestro tiempo después del concierto!
Para finalizar, un agradecimiento especial para los organizadores: Héctor
Herrero Mayor y Battle Metal Store por proporcionar a este bloguete el pase
de prensa. Y si os gusta la fotografía, echad un vistazo a las páginas de nuestros amigos fotógrafos, Jesús Martinez y Raúl Embid (un gran abrazo para ellos).
Estupenda crónica lml
ResponderEliminar