Crítica: Disturbed - The Black Dahlia Murder - Soulfly - Avatarium

Ante la oleada de discos que vinieron en los últimos meses y viendo que se acerca el fin de este 2015, creo que lo mejor será reseñar los discos en plan 'medley' con breves párrafos.  Ahí van los últimos de Disturbed, The Black Dahlia Murder, Soulfly y Avatarium.




Disturbed - Immortalized. Disturbed es una de las bandas más interesantes de las que surieron bajo esa puñetera etiqueta del Nu Metal. La característica voz de su líder David Draiman, sumado a temas bastante accesibles, mezclando el sonido del Metal moderno con el del Heavy y hard rock, clásico conjuntan una fórmula que ha enganchado a mucha gente y que entra muy bien al oído de la gente. Tras un período de incertidumbre sobre el futuro de la banda (el típico me separo y ya veré cuando vuelvo) que ha durado desde que sacaran el Asylum en 2010, regresan con este Immortalized. Un disco que es como si no se hubieran separado nunca, todo sigue por los derroteros de siempre, sin innovar en su fórmula, aunque supongo que tampoco es algo que les interese mucho. Cuando una banda se separa indefinidamente espera que al volver al menos muestre el hambre y ambición que habrían perdido y que les habría llevado a esa situación, pero no es el caso. O al menos no lo percibo así. En este álbum tenemos 3/4 hits (Immortalized, The Vengeful One, What Are You Waiting For?...) y relleno, mucho relleno. Temas carentes de chispa y bastane monótonos. Los fans de Disturbed estarán encantados, pues siempre es buena noticia tener nuevo material de una de tus bandas preferidas, pero los que solo simpatizamos con su propuesta o los que nunca se han interesado por ellos consideraremos este Immortalized un disco ciertamente prescindible. (5/10)



The Black Dahlia Murder - Abysmal. Los de Detroit vuelven a aplastar cabezas. Tras un disco en el que bajaban (un poquito) las revoluciones, ahora han vuelto a la carga con un pepinazo de la hostia, Abysmal, 37 coléricos minutos en los que no dejan títere con cabeza. Desde su debut en 2003, The Black Dahlia Murder han sido una de las bandas más fiables del metal extremo, cogiendo el testigo de unos In Flames que se empezaban a ablandar y unos At The Gates en ese momento desaparecidos tras parir su obra maestra. Ahora, Trevor Strnad, Brian Eschbach y los suyos vienen directos a por ti, a reventarte tu peludo cráneo a base de caña burra. Desde las burras Receipt y Vlad, Son of the Dragon que abren el disco con Lavelle y Alan Cassidy luciéndose de lo lindo en una brutal base rítmica, pasando por la aplastante Re-Faced (un riffeo pesadote y algunos toques de Metal más modernillo), o las ultrarrápidas Threat Level No.3 (brutales esos blast beats, enorme labor de toda la banda en uno de los mejores temas del disco) y Asylum, tema perfectamente multable por exceso de velocidad, los americanos van luciendo una rabia y una potencia enormes en un disco compacto, redondo y que va variando de velocidad. That cannot die wich eternally is dead cierra el disco resumiendo un poco lo que hemos encontrado en él. Velocidad, rabia y melodía a partes iguales bajo el sello propio de The Black Dahlia Murder, dejando con Abysmal uno de los discos que más me han gustado de este 2015 que ya se nos va. (9/10)



Soulfly - Archangel. Nunca he sido yo muy fan de Soulfly. Eso para empezar. Está bien para un ratete de música bruta en el momento de querer cagarte en el mundo y no saber cómo. También vale para ver como un icono del metal extremo como Max Cavalera tira adelante, aunque sea a duras penas (en el Resu no dio muestras de estar en plena forma, precisamente) y poco más. De hecho, incluso para algunos de los fans de sus Sepultura, los discos de Soulfly les son poco más que prescindibles. Sea como fuere, el señor Cavalera sigue emperrado en  sacar su material adelante y en 2015 nos presenta este Archangel, su décimo álbum de estudio. En él encontramos rabia, mucha rabia, el día que el colega se tome una tila, estaremos jodidos. 10 temas brutos, pesados, sin florituras. Abrimos con todo un himno a nuestra pasión como es We Sold Our Souls To Metal, cierto es colega. Tema potente con estribillo coreable en directo. Seguimos con otros dos pelotazos de riffs aplastantes como Archangel (buenísima) y Sodomites, que ya baja algo el nivel pero que sigue cargada de mala hostia. El resto del disco varía poco, tenemos un homenaje a Raining Blood en Ihstar Rigins (solo la intro), un Cavalera ultrachillón en Live Life Hard!, y a partir de ahí, 5 temas más cargados de mala hostia, simples y directos a tu boca, destacando la labor de Zyon Cavalera machacando los parches en Shamash o el pesadote riff de Titans dentro de la segunda mitad de los 37 minutos que dura el trabajete. Total, buen disco pero sin pasarse de los Soulfly (6'5/10)



Avatarium - The Girl with a Raven Mask. Tanto me han dado por saco con este disco, que no me quedó otra que aventurarme a darle una escucha. Y yo que me alegro de haberlo hecho, joder. Cuando lo hice y vi que en este proyecto hay dos ex-miembros de Candlemass y el bajista original y actual de la banda sueca, me cuadraron muchas cosas. Así que me aventuré a escuchar su primer LP homónimo de 2013, con el que flipé en colores (principalmente por culpa de la brutal interpretación de su vocalista), y ahora toca ponerse con su segundo ataque, The Girl with a Raven Mask. Un disco que mantiene el aura oscura y el rollete de occult rock del primero, pero con un sonido algo más "accesible" para el que no esté acostumbrado al doom más clásico de los mencionados Candlemass, Saint Vitus o Pentagram. Música para paladares exquisitos y peña inquieta a la que le mole ir buscando cosas nuevas. The Girl with a Raven Mask destaca por un sonido denso y oscuro pero agradable para el oído, liderado de nuevo por la soberbia voz de Jennie-Ann Smith, que interpreta cada tema con una maestría y una versatilidad espectaculares. El tema título, con un riff redondo, la tremendamente oscura The January Sea, Pearls and Coffins (delicadeza y sentimiento a raudales) o Run Killer Run (algo más cañera y directa), serían los temas que destacaría dentro del alto nivel del disco. Una auténtica joya para ser saboreada varias veces, descubriendo pequeños matices nuevos en cada una de las escuchas. Os invito, además, a escuchar los temas leyendo las letras, es una grata experiencia. Buen trabajo de Avatarium, 'descubrimientos' de los que molan. (8/10)


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