
Y tras una noche de metal progresivo del primer nivel con los enormes
Leprous, al día siguiente nos tocaba gozar de una noche de thrash metal vieja escuela. Visitaban la península nada menos que los
Annihilator de
Jeff Waters. Tras sacar un disco realmente decepcionante como
Suicide Society, quedaba ver si por lo menos el directo de la banda canadiense cumplía con lo esperado de un tipo como
Waters y su cuadrilla. Además venían acompañados de dos bandas jóvenes y bastante interesantes como
Archer y
Harlott en una sala con un sonido cojonudo como la But. Era cita obligada.
Tras perderme en una calle recta (casi literalmente) llegué a la sala But cuando los australianos
Harlott ya estaban cerca de terminar su show. Una pena, pues tenía muchas ganas de verlos. Practican un thrash metal poderoso, al estilo de
Slayer o
Kreator. Rollete machacón y tenían a la sala cabeceando sin parar, se ve que lograron ganarse a la peña fácilmente. Yo, desgraciadamente, solo enganché los dos últimos temas, cuyos títulos, encima, no recuerdo. Lástima, pero me alegro de al menos haberlos descubierto, ya que su
Proliferation me parece uno de los mejores trabajos de thrash editados este año.

Puntuales como un reloj, a las 20:15 salían los californianos
Archer. Con un thrash alternado con heavy clásico, más estilo de
Megadeth para daros una referencia. La verdad es que lo que había catado en estudio de estos muchachos no me había convencido en exceso pero el directo sí que estuvo realmente bien. Salieron a por todas, metiendo bastante cera y con el vocalista/guitarrista y el bajista sin parar de cabecear ni de moverse en ningún momento y el batería repartiendo una ceraca importante, mucha pegada, como a mi me gusta. Presentaron
Culling the Weak, su último trabajo del que cayeron el tema título,
Day that Never Came,
Hurl the Cross y además, entre otros temas, se cascaron una cojonuda versión del
Tornado of Souls de
Megadeth, aprovechando el tirón de un clasicazo como este para acabar de ganarse al público de la But. Total, tres cuartos de hora de buen heavy/thrash por parte de los
Archer que demostraron ser un grupo realmente interesante en directo.

Y a eso de las nueve y cuarto era la hora de los cabezas de cartel. Sonaba
Rock you like a Hurricane de los
Scorpions como intro y nada más terminar salían
Jeff Waters y los suyos a por todas con
King of the Kill, difícil no venirse arriba con un clásico de ese calibre.
Annihilator volvían tras sus apariciones por el Leyendas 2014 y el Rock Fest de este verano, salvo esas visitas llevaban desde la presentación de
Feast sin pisar salas de nuestro país. Pese a ello, la entrada no fue la mejor (alrededo de 300 personas, por lo que pudimos saber). Tras venirnos arriba con
King of the Kill, el concierto bajó fuertemente el nivel cuando tocó presentar los nuevos temas.
Snap, que en directo sigue siendo un coñazo importante,
Suicide Society, que mantuvo el tipo como pudo, y
Creepin' Again (buen tema, pero prescindible) enfriaron un poco a la peña y la siguiente
No Way Out no logró reanimarla. En cambio, fue empezar a sonar
Set the World on Fire y fue como si el concierto empezara ahí, la peña empezó a cabecear al unísono con
Waters, coreando el estribillo con ganas y la cosa empezaba a ir bien. Decir que el señor
Waters, sobre las tablas, tiene carisma para parar un tren. Basta con verle la cara, el tío goza y lo transmite. Por otro lado, también decir que sus compañeros de batalla no producían el mismo efecto, tal vez eclipsados por el carisma de
Jeff, pero, siendo buenos músicos, no me transmitieron nada más que el hecho de ser simples acompañantes para el concierto del tío que estaba en el centro. La cosa seguía avanzando y cayeron
WTYD,
Never Neverland y
Tricks & Traps, el único tema interesante de ese flojito
Remains. Siguieron con
Bliss, que me sobró por completo (menos mal que no llega a un minuto) y, por fin, con
Second to None y una brutal
Refresh the Demon, empezaron los mosh pits y hubo hostias como panes en frente nuestra, al público le costó pero se acabó metiendo de lleno en el concierto de
Annihilator.
Brain Dance y
Phantasmagoria, entre las simpáticas presentaciones de
Jeff,
dejaban paso a la mítica
Allison Hell y ahí me di cuenta de que el concierto había pasado volando, señal de que los canadienses estaban haciendo algo bien. El clásico de
Annihilator sonó genial, aunque fue el único momento en que vi a
Jeff sufrir un poco a la hora de cantar.
Tras EL tema,
Waters se dio cuenta de que aún les quedaba un rato y soltaron un medley de sus canciones "de coña" y las cortitas y directas, es decir,
Chicken Food, Kraft Dinner, 21 y
Reduced to Ash, que dejarían paso a
Human Incesticide, con la que
Annihilator cerrarían su set de hora y media en Madrid.
Total, buen concierto de
Annihilator, aunque tampoco algo para tirar cohetes. El carisma de
Waters y sus temas clásicos (de los cuales me faltaron 3 o 4) levantaron y mantuvieron a un buen nivel el concierto, un show majete y entretenido del que nos fuimos bastante satisfechos, que no es poco.
buena crónica
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