Buffff... joooder, ¿No?. Así podría resumir la reseña, pero quiero que parezca que me la he currado. Vrademargk, la banda de Terrassa, llevaba ocho años hibernando en lo que a discos se refiere y, al destaparlos, ha salido toda la putrefacción que se ha ido acumulando en este tiempo en forma de caos y destrucción. Como un animal salvaje herido, hostiado por las dificultades propias de llevar una banda de Metal extremo en este bendito país, dificultades mencionadas en tantas reseñas anteriores que ya sería repetirme, esta banda catalana nos viene con el que es su cuarto disco de estudio, grabado y mezclado en los Farm Of Sounds con Eloi Boucherie de Vidres A La Sang y masterizado por Jaime Gómez Arellano (Ghost, Paradise Lost, Sólstafir, Mayhem...).
Y bueno, pues lo que encontramos en esta nueva obra de Vrademargk es un caótico engendro de Death Metal, aderezado con influencias del Black o el Thrash llevados a un terreno muy propio, mezclando tantos detalles que hacen que no suenen a nadie más que a ellos mismos, notándose, eso sí, la mano de Vidres A La Sang en la producción. Se trata, también, de su primer trabajo íntegramente en catalán, una decisión que personalmente me gusta, no soy muy fan de que se mezclen idiomas en un mismo álbum (si se hace un tema suelto, por el motivo que sea, ok, lo que no me mola es que haya tres en uno y cuatro en otro) y siempre aplaudo que la banda se decida por su lengua materna, lo he dicho varias veces, pienso que ayuda a que la interpretación, no solo vocal, se amolde mejor a lo que quieren transmitir.
Entrando ya en el material que compone el disco, nos encontramos un conjunto de seis temas y una intro, que igual sabe a poco tras ocho años, pero oye, más vale calidad que cantidad... y de calité va sobrado el invento. Sobre todo lo que encontramos es velocidad, temas abrasivos a ritmos que supondrían multa y una atmósfera muy cargada de agresividad. Temas como la propia "Arrelats", "L'alè dels Indòmits", terriblemente machacona, de mis favoritas del álbum o la técnica "Egocidi" nos muestran unos Vrademargk furiosos, bajo una capa de suciedad que envuelve todo el álbum, sin esconder su gusto por todas las vertientes que conforman el Metal Extremo. Imposible no destacar el ejercicio casi Doom que suponen los más de siete minutos de "L'Art de Morir", donde todos menos Manel Rodríguez (batería), que no puede frenarse, bajan el ritmo para ofrecer un tema más lento, introspectivo, pero igualmente furioso. El cierre del disco, con "Eudaimonia", donde el bueno de Eloi aporta su particular voz en un magnífico duelo gutural con Jordi Urbano, pone la guinda con ese suave final instrumental que sirve como único momento de relajación en los 36 minutos que dura este Arrelats.
Un discazo, la verdad. Arrelats es un trabajo abrasivo, un repaso por la mayoría de las vertientes más oscuras y agresivas del Metal embalsamadas en un caos sónico controlado. No me voy a andar con más rodeos, si vas a resucitar tu banda tras ocho años de silencio, que sea así, me cago en mi puta cabeza.
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