Reseña: Vor - Depravador.

De la mano de Third I Rex ha llegado a mis manos uno de los trabajos más sucios, corrosivos y desquiciados que me he echado a la cara en lo que llevamos de año. Los autoproclamados noisemongers Vor, un dúo experimental que, a partir de un batería jodidamente versátil, un bajo poseído por vete a saber quién y unas voces que te recuerdan a cuando te tomaste aquel chupito de ácido sulfúrico, nos presenta su segundo LP en este Depravador. No vamos a etiquetarles porque no me veo capaz, podemos adelantar que juegan con el Doom, el Sludge, Industrial, Noise, Punk, electrónica, etc. de tal forma que al final lo que sacan es una música cafre, afilada, oxidada y, gracias al señor, inclasificable. Adentrarte en Depravador es toda una experiencia, mediante distorsiones, experimentos y jugueteos con todos los estilos mencionados, cada tema es un mundo diferente que te lleva a la depravada mente de sus dos componentes. Es el caso de una banda que no tiene pensado, ni por asomo, ponerse un solo límite estilístico o compositivo, todo lo que sienten, todo lo que les sale de dentro, lo plasman en los temas que componen el álbum.

Dentro del trabajo encontramos mucha variedad entre los temas, desde la experimental Depravador, creadora de una atmósfera apocalíptica difícil de describir con cuatro palabras escritas, hasta las salvajes Cudgel o BloodFearKnifeSin, que en sus aproximadamente tres minutos cada una, tiran con fuerza hacia terrenos más directos (dentro de lo que es el rollo de la banda, digo, que no esperes encontrar estribillos pegadizos en plan Ghost, eh?). Pero no es que sean dos cortes iguales o ni siquiera parecidos, la primera es pura zapatilla esquizofrénica y la segunda es un lento martilleo ultramachacón-destrozacráneos más pesada que un puto collar de sandías. Los casi diez minutos que componen Daga son otro rollo, lo que hace Iván con el bajo es de otro puto nivel, juega con sus cuerdas como quiere y las distorsiona como le da la gana para formar, junto a sus desgarradas voces y los mareantes ritmos de Edu, un tema que me supera por todos lados, cada minuto que lo conforma es una hostia en una parte del cuerpo que no espero. Para el final nos queda Dark Fraga, un salvaje corte que se desmarca como el más largo y experimental (si cabe) del disco, en el que además cuentan con la colaboración de la desquiciada voz de Anxela (Bala, tremenda banda también) para sumar adeptos en esta locura musical que cierra el disco de la forma más brillante posible.

Como si te partieran en trozos con una motosierra oxidada. Así suena este nuevo trabajo de Vor cuyo título, Depravador, le viene que ni pintado. 43 minutos de ácido, napalm, pedos de vaca y cerveza del Lidl lanzados a tu cerebro en los que estos dos fulanos experimentan con lo que les da la gana y presentan una aleación de los estilos más corrosivos de eso que llamamos Metal, para acabar conformando una esquizofrénica sucesión de distorsiones, movimientos de ritmos, agónicas atmósferas y muros de sonido de primera calidad. En fin, que tremendo discazo.


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