Reseña: MortSubite - Deimos.

Agarráos a los machos, colegas, que lo que se viene ahora no es una broma. Apabullante discazo se han sacado de la manga los burgaleses MortSubite. Una banda practicante de un denso y grueso Deathcore, cantado en castellano y comandado por el juego de voces de Manuel Blanco y Ángel Bello, uno más agudo y desgarrado y el otro más profundo. En este, su tercer LP, muestran una evolución desde el Deathcore despiadado y primitivo de sus anteriores entregas hacia un sonido que, sin perder un ápice de su densa personalidad, incluye unos riffs y unos punteos más melódicos, mezclando las influencias de Whitechapel o Thy Art is Murder con unos Gojira o At The Gates. El resto de la banda la conforman Manuel de Miguel e Israel Cuenca (guitarras), Rodrigo Cameno (bajo) y Gonzalo Cantero (batería).



Y no solo se aprecia una evolución en el estilo de MortSubite, también se nota el trabajo de producción, obra del gran Jens Bogren (Amon Amarth, Opeth, At the Gates, Katatonia o nuestros Helevorn), que hace que los siete temas que conforman Deimos suenen como un auténtico cañón. La grabación y la mezla del disco corrieron a cargo de Carlos Santos, de los Sadman Estudios de Madrid. Y se nota el curro, chavales. El disco suena atronador por todos lados y permite distinguir bien como cada uno de los istrumentos arrasa con todo lo que encuentra a su paso.

Abrimos el disco y, tras el fantástico artwork, obra de Mario C. Vaises, nos adentramos en Vórtice, el primer corte del disco, que arranca poco a poco, con unos suaves punteos de guitarra a modo de intro, antes de desatarse un infierno, creado por las dos voces guturales junto a un amenazante riff antes de coger el ritmo y arrasar con todo mezclando riffs contundentes con otros más técnicos y un breve pero épico solo de guitarra. Gran manera de abrir este Deimos. Cronófago sigue por los derroteros de la anterior, caña a raudales y movimientos entre unos riffs más veloces y otros pesados, aplastantes, en modo apisonadora. Todo esto bajo la tutela de la sección rítmica de la banda, que realiza una gran labor. Para cerrar la acojonante tríada inicial, llega Clepsidra, que fue el adelanto del disco y creo que fue una muy buena elección, pues representa muy bien lo que es el disco y el sonido de la banda, una auténtica carnicería, abrasiva y violenta, con un riff death metalero con aires a Entombed y que baja un poco el ritmo a eso de la mitad, dejando un pasaje más atmosférico antes de volver a la tralla con la que cerrarán el tema. MortSubite no son fáciles de asimilar a la primera escucha. Deimos es un disco denso, pesado y cargado de detalles y matices que requieren escucha y atención, no tenemos un conjunto de tópicos del Deathcore, ni de coña, aquí tenemos Deathcore con Death Metal de la vieja escuela, Death Melódico, Groove... variedad y mil influencias bien conjuntadas en un disco que no tiene desperdicio.


Seguimos con Pendulum, corte instrumental que, sin dejar de meter caña, aporta cierta pausa y melodía entre tanta violencia, nos lleva a la trilogía final del disco, con Gnomon, un tema con cierto aroma a Gojira en sus riffs y comandado por ese dinamismo que aportan las dos voces guturales, Transhumanista, corte que juguetea con el Death Metal y en el que Gonzalo da toda una lección en la batería y finalmente Deimos, el tema título y la joya de la corona para un servidor. Un tema que va abriendo poco a poco, con unas tímidas guitarras antes de que las voces interrumpan con violencia y den paso a un riff de esos que aumentan las ventas de collarines. Asimismo, el tema va variando, con momentos en los que manda la melodía y otros en los que el riff machacacuellos vuelve a liderar el cotarro, cerrando el trabajo con una muestra de la evolución de estos muchachos.

MortSubite no quieren prisioneros, arrasan sin más y no dejan títere con cabeza. Lugar por donde pasan, lugar que queda en ruinas. Estos muchachos de Burgos han parido, en este 2016, el mejor trabajo de su carrera, mostrando una clara evolución con respecto a sus dos anteriores obras y sin perder su esencia, más bien dotándola de más recursos, permitiendo a la banda seguir madurando y mejorando su sonido en próximas entregas. Este Deimos es un disco denso y violento, pero bien aderezado con la dosis justa de melodía para aportar el dinamismo que necesita y en el que lo mejor, para mi, es el juego de voces ya que, al ser ambas muy agresivas pero a la vez tan distintas, hacen que las composiciones ganen mucho, evitando cualquier tipo de monotonía a lo largo del disco. Sin más rodeos, me guardo este Deimos como uno de los discos del año a nivel nacional, así que bien por MortSubite.

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