Crónica: Resurrection Fest 2016 (7 de julio)

Por fin de vuelta a Galicia, joder. Con lo que me gusta ir por allí arriba, chavales. Aquel sitio donde pides una caña y te ponen tal cantidad de tapas que en Palma te cuestan 7 pavos (vale, exagero, pero entendéis por dónde voy),  donde incluso en los días más calurosos hace un airecito ultramajete y soportable frente al calor sofocante que asfixia a toda España. Pero ya me dejo de historias y me centro en lo importante. El Resurrection Fest que el fin de semana del 7 al 9 de julio celebraba su edición más ambiciosa, con el mayor cabeza de cartel de su historia (Iron Maiden) y con las expectativas muy altas tras colgar, por primera vez en su historia, el cartel de 'Sold Out'. Y sí, amigos, el Resu se coronó como el mejor festival del país en organización, buen hacer y con un cartelón de cojones. Con sus detallitos mejorables, sí, nadie es perfecto, pero quedó como un festival de diez.

Y bueno, llegamos a Viveiro a buena hora, por la mañana prontito, así había tiempo de ir a por las pulseras de rigor sin sufrir colas ("cola" es una palabra que no existe en el diccionario del Resu, al menos yo no sufrí ni una) montar la tienda de campaña en el Resucamp que era sencillona de montar pero nos demostró que como ingenieros no tenemos ningún puto futuro. De hecho vinieron unos fulanos de Mega, que querían grabar un programa de Megaconstrucciones pero les dijimos que o ayudaban o se iban a tomar por culo. Y comer algo antes de abrir la veda.

Y, por fin, llegó la hora de las tortas, parafraseando a "La Cosa", como ya hice hace un año. Entramos en el recinto y nos posicionamos frente al Main Stage, en el cual los asturianos Soldier iban a ser los encargados de inaugurar nuestro Resurrection Fest. Mientras entrábamos estaban sonando Implore, que pese a que su estilo no me va mucho (de ahí que no me acerqué a verlos) sí que sonaban muy potentes. Total, puntuales cual reloj, Soldier salieron a repartir cera con su Thrash Metal aderezado con toques de rock sureño que ya arrancó los primeros circle pits delante de bastante gente para ser tan temprano. Abrieron con fuerza con el tema Warbourne de su segundo LP, el aquí reseñado y sorteado The Great Western Oligarchy, y poco a poco se fueron ganando a la gente. A partir de ahí repartieron el setlist entre sus dos discos dando principal importancia al último, del cual cayeron The Great Western Oligarchy, Christoholic, Corrupted (Sex in Prison), Theory Of Nothing y Axis of Evil, siendo el tema Christoholic el que acabó de animar a la peña. Lo más destacable del concierto, sin duda, el nivelón mostrado por Dani Pérez a la guitarra, un auténtico fenómeno. Además me gustó la interacción de Phil, vocalista, con el público, hablando de buen rollo y deseándonos que pasemos un buen festival y, sobre todo, que "caguemos bien y a gusto", cosa harto difícil en cualquier festival... unos fenómenos y una forma cojonuda de arrancar tres días de buen Metal extremo como este.

Una vez que Soldier cerraron su set con Revolt, nos movimos rápidamente al Chaos Stage donde los andorranos Persefone desplegaban su mezcla de Death Melódico con Metal progresivo en un show muy completo, que abrieron como abre su último (y brutal) disco, con la intro Flying Sea Dragons seguido del temazo Mind As Universe. El sonido al principio no iba muy bien, pero a partir del tercer tema, The Endless Path, y Spiritual Migration, la cosa mejoró y alcanzó su punto álgido en el momento friki del festival, cuando los andorranos se sacaron un medley de la banda sonora de Star Wars, sacando algunas sonrisas entre el público mientras Marc Martins se tomaba un breve descanso. Lo mejor del concierto fue ver a Marc liderando con mucha fuerza el cotarro, muy activo y enérgico, formando un contraste molón con el virtuosismo de los instrumentistas. Creo que ese conjunto de brutalidad y virtuosismo, para el cual encontraron el punto justo en su último album, es lo que hace que Persefone sean una banda diferente y muy especial, muy a tenerlos en cuenta. Los de Andorra cerrarían su set con la fantástica The Great Reality, que sonó genial. Muy buen show de Persefone en el que solo me faltó que cayera The Majestic of Gaia, que es un temarral inhumano, pero no se puede tener todo en esta vida...

Tras abrir el festi con dos buenos shows, teníamos un momento de respiro y nos acercamos al Ritual Stage para ver un ratito de lejos a Stick To Your Guns (casi a petición de mis colegas, pues a mi no me llamaban mucho la atención). Nos posicionamos al final de la carpa, donde el sonido llegaba algo embolado y supongo que la culpa de eso fue la posición, aún así puedo decir que la banda californiana mostró buena actitud y seguro que sus fans, que estaban dándose hostias como panes en las primeras filas, salieron contentos de su show. No los vimos acabar, pues en el Main iban a salir una de las bandas a las que más ganas tenía, pues pocas veces una banda de Metalcore me encandila de la forma en que lo hizo While She Sleeps desde el momento en que los descubrí. Tal vez puse las expectativas muy altas y por eso me dejaron algo frío. No estuvieron mal, al contrario, dieron un muy buen show, pero igual esperaba algo más de caña, puesto que las guitarras sonaban a un volumen algo bajo... igual estuvo ahí el problema. Abrieron con fuerza con Brainwashed y This Is The Six pero a la gente le costó arrancar... pasa que en el momento en que el acojonate riff de Death Toll empezó a retumbar pues ya no había vuelta atrás y todo se vino arriba. Siguieron con temazos como New World Torture o Seven Hills con un público ya entregado y que acabó definitivamente con el cesped que tan bien lucía antes de iniciar el festi. El final con la enorme Four Walls fue uno de los mejores momentos del día, con la gente entregadísima a una banda con un futuro enorme pero que aún debe crecer un poquito más.

Sin tiempo para respirar, estábamos en el Chaos stage escuchando como Crisix abrían su show con Conspiranoia, de su reciente disco From Blue To Black con los "resukids" observando atentos desde el escenario. Rise... Then Rest, Strange y Psycho Crisix World, que Juli interpretó con una camisa de fuerza dando un buen punto de teatralidad al show, fueron calentando a la gente. Tras jugar al football of the death (no vi el puto balón pero sí me di de hostias con todo el mundo) en Bring 'em To The Pit, en el cual vimos a Juli dándose de hostias con nosotros, y The Great Metal Motherfucker, llegó el momentazo del festival, que fue cuando el propio Juli se puso serio e invitó a su novia a subir al escenario, él dijo que llevaba tiempo deseando hacer esto pero que quería hacerlo a lo grande, así que se puso de rodillas y le pidió matrimonio frente al enfervorizado público del Resurrection Fest. Por supuesto, ella dijo que sí, lo cual desató la alegría de los que estábamos abajo como si fuéramos nosotros los que nos casamos, no quiero pensar en la que se hubiera liado si ella dice que no, colega... y bueno, al final, con un Juli liberado y totalmente pletórico, los catalanes cerrarían con su clásico Ultra Thrash un show apoteósico, que demostró a los guiris que por aquí también tenemos muy buen metal y que fijo que Juli y su pareja no olvidarán jamás. Enhorabuena y a ser felices!

Un descansito para cenar y ver con tranquilidad y desde la distancia a los míticos Bad Religion, que dieron un show muy ameno y divertido, haciéndome bailotear algunos clásicos como la mítica 21st Century o American Jesus. Antes de que acabaran pillé sitio para el que fue uno de los mejores shows de todo el festival. Mientras mis colegas lo gozaban con Walls of Jericho (banda que me dolió perderme, pero siempre es inevitable que se solape alguien) a mi se me cayeron las bragas al suelo con los griegos Rotting Christ. Pese a no ser un gran conocedor de toda su discografía, tenía muchísimas ganas de verlos y creo que no decepcionaron a nadie. Ya en pleno anochecer, presentaron un buen juego de luces y un show muy sobrio. Mostrando su veteranía y su saber hacer, abrieron con Ze Zigmar, que fue de lo poco que tocaron de su reciente album, Rituals, que no cuajó entre sus seguidores como muchos esperábamos. Repartieron el setlist entre varios discos de su carrera, siendo los del penúltimo trabajo, Kata Ton Daimona Eaytoy, los más celebrados por la gente destacando la enorme Grandis Spritus Diavolos. Cerraron con Noctis Era, de su album Aealo, un show enorme, con uno de los mejores sonidos del día en el festival. Turno para una banda que siempre está al filo de la polémica, con tantos fans como detractores, Bring Me The Horizon hicieron su aparición en el escenario principal. A mi personalmente no me gustan demasiado, ni sus temas clásicos ni sus discos recientes, en los que suavizaron un poco su sonido, así que los vi desde lejos y sin prestarles mucha atención por lo que poco puedo opinar. Sí puedo decir que sonaron bastante bien (he leído por ahí que "demasiado bien" por el uso de samplers y demás, no puedo afirmarlo por lo que he dicho, apenas les puse atención).

Y si les puse poca atención a BMTH fue por un motivo muy simple... justo después iba Fleshgod Apocalypse en el Chaos Stage y ahí no hay concesiones que valgan. La gran putada fue que los italianos tuvieron ciertos problemas con el bombo al principio del concierto, lo cual deslució lo que habría sido el mejor concierto del festival de largo, así de claro os lo digo. La cosa mejoró por la mitad y temazos como Pathfinder, la brutal y celebradísima por el público The Violation (la gente se puso a gritar como loca nada más escuchar dos segundo de la intro además de tararear la parte sinfónica del tema, un locurón), The Fool o la final The Forsaking sonaron atronadoras y partieron varios cuellos, entre ellos el mío. Brutal show de Fleshgod Apocalypse, con una genial puesta en escena, la original aportación de la voz operística y un sonido (al final) atronador.

Sin tiempo para más, salí CASI corriendo (para ir yo corriendo a ningún sitio debería estar Dio ahí encima como mínimo) al main stage donde los daneses Volbeat iban a descargar su show de cabezas de cartel. Tremendo el ascenso de popularidad de la banda de Michael Poulsen desde la entrada de Rob Caggiano y su disco Outlaw Gentlemen & Shady Ladies, en el que encontraron un punto adecuado de frescura y comercialidad que engancharon a mucha gente hasta el punto de convertirlos en la cabeza visible del relevo generacional... para algunos exagerado, sí, pero como me molan los cabrones. Fue un show extraño, los vi algo serios, sobre todo a Poulsen y la verdad es que con el cambio de bajista han salido perdiendo, pues el anterior daba bastante juego en directo y el actual daba la sensación de que ni estaba. Quitando eso, el show fue bien. Arrancaron con fuerza, tocando casi todas mis favoritas al principio, The Devil's, Bleeding Crown, el medley que vienen haciendo con Heaven Nor Hell, A Warrior's Call y I Only Want to be With You y Sad Man's Tongue, donde Poulsen se arrancó como siempre con el cover del mítico Ring Of Fire de Johnny Cash, esperando que la gente la cante... y creo que la canté yo solo y 4 personas más. Momento para olvidar... luego la gente sí cantó el arranque de Lola Montez, lo cual llamó la atención del vocalista danés. "¿Os sabéis esta mierda y no Ring of Fire?" dijo el hombre entre risas. Siguieron soltando temas de su discografía además de presentar algunos de su último trabajo, como for Evigt, The Gates of Babylon o Seal The Deal para terminar con The Mirror and The Ripper... que se solapó con el arranque del concierto de Brujeria en el Chaos Stage, lo cual formó una bola de sonido difícil de soportar. La explicación a eso se halla en que Volbeat arrancaron algo tarde su show y por lo visto se comían unos minutos del de Brujeria... que no tenían ganas de esperar. Olvidando ese triste incidente que puede dar juego a la polémica, Volbeat dieron un buen show, con una buena puesta en escena como de costumbre, buen sonido (aunque al posicionarme en un lado, el bombo de la batería se oía excesivamente alto, pero al cambiarme de posición sí disfruté del buen sonido de Volbeat) y un buen setlist, repasando sus mejores temas y presentando lo más destacable de ese Seal The Deal & Let's Boogie, que pese a ser algo flojete para mi gusto, les ayudará a seguir creciendo y consolidarse como una banda top.

Y con ellos, un servidor daba por cerrada la primera jornada del festival. Tocaba descansar y recuperar energías, pues el viernes iba a ser la jornada más intensa de las tres. A destacar, el buen hacer de Rotting Christ, Crisix, Persefone y Volbeat entre otros varios. Con el único "pero" del problema técnico de Fleshgod Apocalypse que deslució el que habría sido un show tremendo.

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